sábado, 26 de junio de 2010

El Caluroso curso de verano Parte III: La dificultad del japones


Cuando mis compañero y yo nos dábamos por victoriosos al dominar el Hiragana y el katakana ha base de repetir infinitas veces las malditas letras, y de los examenes diarios de Paco-sensei antes de empezar las clases, llego a nuestras inocentes mentes la raíz donde radica uno de las cualidades que hace que el japones sea un idioma endiabladamente difícil. El Kanji.


Como dice Paco-sensei, tu puedes leer y escribir en Italiano, Portuges o cualquier de estos idiomas facilones, si durante dos añitos te metes mucha caña. No digo que leas a Shakespeare o a Cervantes en las respectivas lenguas pero si al menos eres capaz de leer un libro cortito y entender casi la totalidad de lo que pone o bien poder leer un reportaje de una revista entendiendo en gran parte lo que te viene a decir. Pues bien, basta que con dos años de estudio de Japones....a razón de 80 horas al año, que es lo que viene a ser un curso normal, no lees uno de esos libros ni borracho.


Y es que el problema del asunto radica en los famosos idiogramas de origen chino (en su mayoría) que muchos individuos tienen pintarrajeados en su piel. Los famosos Kanjis, son "conceptos" dibujados por decirlo de forma brusca. Por poner un ejemplo practico, y que así me entendáis mucho mejor; 牛 es el kanji que significa "bovido" o "vaca". Es decir, si un japones ve ese símbolo, sabrá que significa vaca o bóvido y que se lee うし(Ushi). ¿Qué porque sabe que se lee así? Porque se lo ha estudiado y sabe que se lee así^^ (¿Comenzais a entender la utilidad del Hiragana y la importancia de aprenderlo?) Si esto fuera tan sencillo, saber que ese símbolo es vaca y que se lee Ushi, pues tampoco es tan complicado, dentro de la complejidad. El problema es que no solo debemos saber leerlo, sino escribirlo, en el orden correcto de trazos a poder ser. "Pos vaya tontería, si no son tantos trazos ni es tan complicado". Ya, pero cuando llevas muchos kanjis aprendidos ya no es tan fácil acordarse de todos. Además para nada son tan fáciles como este. Mirad por ejemplo este 顔. ¿Mas complicado verdad? Y podría poner muchos peores. El caso es que es difícil.


O mis jóvenes lectores, no penséis que la cosa acaba aquí. Y es que los bonitos kanjis no solo tienen una lectura, sino dos, tres, cuatro...y algunos más. Jajajaja si. Los kanji normalmente, tienen dos lecturas, una japonesa o Kunyomi, en este caso Ushi. Y otra de origen chino o Onyomi, que es completamente distinta, en este caso ぎゅう=GYU. Es decir que la cosa se complica y mucho creedme. Las cosas que memorizar son demasiadas para que una mente pueda conservar medianamente la cordura. Por no decir que se olvida con facilidad. Por seguir con nuestro ejemplo y para que lo entendais mejor, ese kanji junto a este otro 牛乳 se lee GYUNYU (leche de vaca). Como podéis imaginar es una cosa demencial, tienes que estudiar mas y mas kanji y repasar los viejos para que no acaben olvidandose, con lo cual es una inversión de tiempo inmensa que otros idiomas no requiere.


Pero no os desmoralicéis, no todo iban a ser desventajas. A favor del Japones he decir que el estudio de Kanji no es tedioso ni aburrido, sino que es ameno, divertido y entretenido. Cada Kanji es un mundo distinto y es muy divertido, al menos para mi, ir aprendiendo a dibujar los trazos, las palabras en las que aparece y dibujarlos una y otra vez hasta que se me quedan medianamente en la cabeza. Por supuesto a los pocos días se te olvidan si no los usas, por eso sirven de aliciente para mantener y machacar día tras día el japones, lo que facilita la dinámica y la motivación en el estudio.


En fin, junto a mis compañeros pasamos el verano, aprendiendo Kanjis y vocabulario japones. Largas horas de clase, de calor y de fatigoso trabajo. Unas largas jornadas de trabajo que debían llegar algún día a su fin. Y así fue. Pero esa es otra historia. 

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