martes, 22 de marzo de 2011

Tras la tormenta


Parece que lo peor ya ha pasado. Parece que las cosas en la central nuclear de Fukushima vuelven a su cauce y poco a poco se va recobrando la normalidad tras el terrible incidente que azoto la misma y a todo Japón. Y al final, después de tanta alarma, de tanta exageración, de tantas señales apocalípticas resulta...resulta que no ha pasado nada que no estaba dentro de lo que expertos respetados nos decían que pasaría. Ha habido fugas, por supuesto, y eso es terrible por las consecuencias que acarreara a la ciudad y los alrededores, pero para nada es un suceso que condene a Japón en general y a Tokyo en particular a una muerta terrible a causa de la radiación.


Desde aquí denuncio pues, la presunta desinformación con la que la prensa española nos ha bombardeado en estas últimas semanas. Una desinformación que solo pretendía sembrar el terror, el miedo y el caso en el corazón de la gente que inocentemente ponía su confianza en sus informadores de siempre, que ponía su confianza en la gente en la que supuestamente podía confiar y que claramente no solo los han defraudado, sino que les han mentido vilmente. No ha habido apocalipsis, ni muertos irradiados, ni mutaciones terribles ni fin del planeta. A veces parece que eso es lo que hubieran querido que pasara. Pero no.


Hoy me avergüenzo de ser español. Me averguenzo profundamente de vivir en esta país y me avergüenzo profundamente de las noticieros que emiten en este país. Han hecho daño a tanta gente, han provocado el temor y la intranquilidad a tantos otros. No se como no se les cae la cara de vergüenza. Yo si fuera ético y coherente conmigo mismo, dimitiría o por lo menos pediría perdón. Pero no lo harán, por supuesto que no. Esto es España, lo que parece ser un país sin moral.


Afortunadamente pues, todo ha ido mas o menos bien y al "crisis" nuclear ha terminado mas o menos bien. Ahora hay que pensar en lo que desde este blog (y muchos otros) hemos ido lamentandonos y mostrando nuestra preocupación y pesar. Hablo de los cerca de medio millón de personas que están en la calle, sin hogar y con todo lo que tenían y amaban debajo del lodo. Es por esa gente por la que todavía debemos preocuparnos, es esa gente por la que debemos trabajar duramente para que pronto sus vidas se recobren y recuperen de una manera u otra.


Japón, como dije en mi primera entrada, se recuperara. Japón volverá a brillas una vez más y estará de nuevo en la cumbre. De momento ya ha dejado un ejemplo imborrable e impresionante. El ejemplo de la entereza de la gente, el ejemplo de su valor y de su lucha innegable contra la adversidad por muy dura o terrible que esta sea. Japón nos ha dejado un ejemplo imborrable que creo que todos debemos seguir. Mi amor por Japón era grande y ahora lo es más si es eso posible. Tras esta terrible crisis, mi cariño, mi admiración y mi compromiso con Japón han crecido exponencialmente. Pienso seguir adelante con mi sueño, pienso seguir luchando por Japón. Que tras esta grave y dura crisis es sin lugar a dudas, el lugar donde quiero vivir. Pero esa, esa es otra historia.

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