Esta semana todos hemos vividos angustiados los capitulos diarios que nos llegaban desde nuestra amada tierra. Si bien el desastre fue simplemente demoledor y nos dejo a todos a la altura del barro, esperabamos y confiabamos de corazón que Japón pudiera llegar a recuperarse de ese desastre y que juntos pudieramos emprender el camino de la reconstrucción y de un futuro prometedor.
Sin embargo, las noticias que irradiaban los medio informativos españoles y europeos no podían dejar de ser más que preocupantes. Era cierto, y aun hoy lo es, que la situación de la central nuclear de la maldita (a partir de ahora) ciudad de Fukushima podía haberse convertido en uno de los mayores desastres en la historia de la humanidad. Cierto es, que podía haber sido el fin del mundo, pero parece y toco madera que no ha sido al revés. Es más, parece, que pese al terrible y horrible desastre las instituciones y autoridades japonesas han sabido manejar la crisis lo mejor posible y que el "gran apocalipsis" que anunciaban los medios de comunicación españoles no sera tal, sino un pequeño gran susto.
No se que fuentes tienen los medios de comunicación de este país, ni se que valores éticos ni profesionales siguen los..."periodistas" que trabajan en dichos medios, pero desde luego la información que han dado en esta semana, los anuncios que han lanzado a la población y las alarmas y los miedos que han despertado en la gente a la que deberían informar ha sido del todo deleznable, mezquina, manipuladora y repugnante.
Así es, no solo profetizaron el fin del mundo, sino que también anunciaban que Japón era un país sumido en el caos, la destrucción, el pillaje y la huida desesperada por salvar la vida de la terrible y apocalíptica explosión que estaba por venir. Nada de eso era cierto, absolutamente nada de ello era cierto. Y sin embargo, ahí tenemos a los valientes medios de comunicación (no todos por supuesto) que se han lanzado a una frenética carrera por ver quien profetizaba de forma mas alarmante el fin de los tiempos, como si de San Juan se tratasen. Patético y delecnable y no se como los ciudadanos cultos de esta país no nos hemos declarado en rebeldía, incluso no entiendo como no hemos demandado a estos medios de comunicación por infamias y calumnias.
Yo mismo reconozco que caí en su red de miedo y temor, hasta que sus noticias comenzaron a chocar con la información que me llegaba de Tokyo, donde mucha gente aseguraba que si bien podía haber ocurrido un desastre, la situación de momento estaba controlada y estaban trabajando duramente para que nada malo pasara. La información que me llegaba decía que en Tokyo reinaba la calma, que no cundía el caos y que nuevamente el pueblo japonés estaba demostrando la entereza, el valor, la calma, la estoicidad, la solidaridad, el trabajo...en definitiva el espíritu japonés de un pueblo antiquísimo cuyo espíritu inquebrantable no iba a ser quebrado aun por el peor terremoto desde hace 100 años. En definitiva, han demostrado unos valores increíbles a nuestros ojos, y que no hacen sino aumentar exponencialmente mi admiración y el cariño que siento por ese país, a la par que refuerzan mi decisión ya casi inamovible de buscar un futuro mejor entre sus gentes si ellos me aceptan, claro esta^^, a mi, un pobre salvaje de un país salvaje, donde los medios de desinformación solo siembran el caos, el miedo y la envidia.
No quiero terminar esta entrada sin recordar a los mas importantes de esta historia. La gente que perdió la vida en este terrible desastre. Las familias de los difuntos y por supuesto a los héroes de Fukushima. Mi fuerza y mis pensamientos están con ellos. Mis oraciones son por ellos. Espero que todos encuentren la paz de alguna forma tras este terrible desastre que nos ha tocado vivir a todos. Desde luego, contaran con mi apoyo, mi respaldo y mi gratitud eternamente.
De nuevo, nosotros que amamos Japón y a su gentes, tenemos un motivo para sentirnos profundamente orgullosos. De nuevo, nuestro país ha quedado...a la altura que se merece. Ojala algún día, si nos toca sufrir una tragedia similar (Dios no lo quiera) estemos a la altura. Bastara con que nos comportemos tan solo 10% como lo ha hecho el pueblo japonés. Ojala..Pero esa, esa es otra historia. Esperemos que todo acabe de una vez. ANIMO JAPÓN!!!!!!!!!!
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