Recuerdo que el miércoles no me levante muy estoico. No se si por que el cansancio acumulado ya comenzaba a sentirse y resentir mi espíritu o porque las excursiones y el calor estaban ya amenazando con acabar con mi paciencia. Recuerdo que aquella calurosa mañana me picaban todas las malditas partes de mi cuerpo. Además, para colmo de males, me salio una rozadura en el pie. Como si no tuviera ya suficientes problemas. Afortunadamente me recoloque el calcetín y puse unos papeles que cumplieron su función de dejar de agrandar la rozadura. Remedios improvisados para problemas improvisados.
Tras una corta caminata llegamos a la tienda oficial de la selección japonesa de fútbol. El edificio estaba chulo, en mitad de un barrio normal, se erigía lleno de banderas y carteles. La mascota de la selección era un cuervo, quizás no la mas apropiada, pero es que en Japón y concretamente en Tokyo son todo un símbolo. Ya comente lo grandes y amenazantes que son. Yo entre todo ilusionado dispuesto a comprarme una camiseta o mas bien comprarsela a un amigo pero los precios que vi fueron mas que desbordantes. Para empezar, las camisetas eran caras y encima no podías personalizarlas como tu quisieras porque la maquina en cuestión estaría estropeada por dos meses. Así que salí de allí sin camiseta pero sorprendido por algunas cosas que vi. Primero un extrañisimo futbolin amorfo. El futbolin no tenía los defensas que debía tener, tenia demasiados porteros. Parecía un extraño intento de algún nippon borracho de recrear un futbolin español. El problemas es que se había equivocado poniendo los jugadores, además de que tenían mas pinta de robot que de jugadores. Pese a todo nos echamos unas partiditas allí con una nippona que nos animaba entusiasta por ver auténticos hispanos jugando al futbolin.
Además del futbolin había una galería con todos los equipos de la primera división nippona con sus camisetas, mascota y estandarte. To chulas. Intente encontrar alguna que me sonara, pero mi desconocimiento sobre la liga japonesa es demasiado grande. Pese a todo, mentalmente me hice la promesa de algún día ir a ver un partido de fútbol allí en Japón. Por ultimo, un gran panel con todos los resultados del mundial, con España como ganador, y una pantalla mega enorme donde podías ver partidos antiguos de la selección Japonesa. Impresionante.
La excursión culmino con una foto de grupo, en la que no aparecí^^. Nos encaminamos a nuestra siguiente parada deportiva. El Estado mas legendario de Tokyo. El Tokyo Dome, y fuimos a ir además en día de partido. El escenario no podía ser mas espectacular. Además de un estadio inmenso rodeado de tiendas y terracitas. Un autentico parque de atracciones todo guapo. Con una enorme montaña rusa que atravesaba los edificios en su recorrido por los cielos Tokyotas. No me monte, otra promesa a realizar en mi próximo viaje. En su lugar nos quedamos hablando con un coreano, muy majo, que hablaba bastante español y que quería charlar con nosotros. Hablamos en una mezcla de ingles-español de donde venía, de porque estaba allí en Japón y muchas cosas más. Nos hicimos una foto de recuerdo y nos deseamos un buen viaje. Por cierto, si, también me pregunto si era Español¬¬. Tras unas fotos en el autentico restaurante de Bubba Gump, donde todo el menu era a base de gambas^^, nos tomamos un helado y uno de nuestro compañeros (George) intento ganar un premio tirando unas canastas con...desastroso resultado.
El primer lugar que visitamos fue la tienda de la revista Jump. Todos entramos ilusionados, la Jump es la principal revista de manga de Japón. En ella se publican mangas como One Piece o Naruto. El caso es que desde que la vi en un vídeo de Razi tuve la ilusión de comprar allí algún día. Y lo hice. Compre unos cuantos tomos, porque la verdad el resto de cosas que ví no me interesaron lo mas mínimo. Ese día llevaba una camiseta que me regalo un amigo, era azul e imitaba el logo de la marca Puma, lo único que en vez de Puma ponía Cerdo y salía un cerdo. Me sorprendí cuando unas muchachas to monas se me quedaron mirando y dijeron. "Kawaii".^^(Que mono)
Era mañana de partido, o día porque los partidos de Beisbol son eternos. La verdad, es un deporte que nunca me ha llamado mucho la atención. En una ocasión intente ver algo del mundial pero no me llamo mucho la atención. Lo vi un deporte bastante tonto. Supongo que todos tenéis algún conocimiento de béisbol, todos hemos visto alguna peli en la que aparece este deporte. Allí en el Tokyo Dome juegan los Gigantes (nombre muy beisbolero) y todo estaba lleno de nippones aficionados que iban felices a ver ganar o no (ganaron) a su equipo. La liga empezaba y todos estaban cargados de ilusión y optimismo. Quizás me trasmitieron algo de esa ilusión, pues prometi algún día si podía ir a ver un partido. Total, la cosa es probar, allí le gusta a todo el mundo. O a casi todo^^.
La mañana acabo con un pequeño paseo a orillas de un rió rumbo a Akihabara, nuestro barrio, para comer. Muchas promesas llevaba ya en mi zurrón. Muchas cosas por hacer algún día cuando volviera a Japón. Espero poder cumplirlas. Comimos en nuestra Akiba, unas risas Diosas, como siempre, y nos encaminamos a nuestra siguiente parada. No sabíamos que iba a ser una parada especial, impresionante y 100% japonesa. Aquel día no había hecho mas que empezar. Pero esa, esa es otra historia.
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