El teléfono ha sonado hoy varias veces y uno a uno mis principales amigos me han ido preguntando por el viaje que acabó de finalizar. Uno me ha comentado, no se muy bien porque, una frase que me ha hecho abrir los ojos como platos y boquear cual pez fuera del agua. No puede ser mas apropiada para el tema de la entrada que pensaba escribir hoy. Mas o menos, me ha dicho: "El corazón no entiende de distancias, puedes estar mas unido a un amigo que vive al otro lado del mundo que aquel que tienes cerca pero con quien nunca hablas".
Con voz entrecortada, y sin quitarle un ápice de razón a lo que decía, un escalofrío me ha recorrido el espinazo cuando me sorprendido a mi mismo diciendo: "Ojala sea cierto lo que dices, ojala sea cierto...". Y es que cientos y cientos de historias, cientos y cientos de ejemplos nos dicen y nos machacan desde siempre con que hay distancias que el corazón no puede superar. El tiempo, el espacio y las barreras físicas son como punzones afilados dispuestos para hacer trizas los corazones mas fuertes, los sentimientos mas profundos. El tiempo acaba con todo...
Pero quizás se pueda luchar contra esta corriente insaciable de negatividad. Quizás si uno se esfuerza, se sacrifica, quizás si uno ama de verdad las distancias sean una mera anécdota en el transcurrir del corazón. Quizás hay cosas que permanecer inmutables a lo largo del espacio y el tiempo. Quizás hay persones que estén destinadas a estar juntas, pase el tiempo que pase o los separe el mas grande y profundo de los océanos. El ideal de cualquier romántico...La aspiración de un mundo de odio y oscuridad.
Pues bien, en este tiempo que permaneceré lejos de mi "país"^^, pienso descubrirlo. Pienso descubrir si las fronteras del corazón, si los sentimientos que te derriten el alma y te hacen suspirar son cosa de un mal sueño o son una realidad imperecedera que solo espera de un poco de agua y cariño para florecer. El camino sera duro, las adversidades saldrán en mi camino y el dolor puede que no merezca la pena. Pero el mundo es joven, la gente sonríe, las cosas son las que son y no las que podían haber sido. Mientras algo se pueda hacer no todo esta perdido.
Una vez tuve un sueño, el peor de los sueños posibles, soné que era feliz y desperté. Cuando lo hice las lágrimas recorrieron mis ojos y la angustia, el temor y el odio rondaron mi marchito corazón. Recé por soñar de nuevo con esa felicidad, roge por cerrar los ojos y volver a aquel sueño placentero. Pero el sueño nunca volvió, nunca regreso...Ahora me di cuenta que no puedes mirar al pasado y esperar, no puedes quedarte quiero y rezar porque la suerte te vuelva a sonreír. La felicidad no se vende en un mercado de segunda mano. La felicidad esta ahí, delante de nosotros, y si la buscamos, su luchamos por ella podremos algún día alcanzarla. Hace mucho tiempo soné que era feliz, hoy lucho por que mi vida sea como ese sueño y estoy seguro de que lo conseguiré. Pero esa, esa es otra historia.
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