viernes, 2 de julio de 2010

Lamerse las heridas


Bueno, al fin se ha acabado el año estudiantil. Claro que queda septiembre, pero para mi digamos que ha acabado. Y es que hace exactamente un año y una semana que empecé con la odisea y el desafió que suponía este curso. Lo recuerdo muy bien, como si fuera ayer, tenía el ultimo examen un viernes (en esa ocasión era de Mejora Genética) y a los 3 días comenzaba con las clases del curso que estoy relatando por capítulos. Para mi es como si el curso empezara entonces.


El caso es que sabía que ante mi se presentaba un año verdaderamente duro y que el camino que acababa de comenzar comprendia muchas muchas horas de estudio y de esfuerzo. No solo me refiero al esfuerzo físico derivado de ir día tras día a las clases, de mi facultad al instituto de idiomas, del instituto de idiomas a mi casa. Sino el desgaste mental de una mente que duramente mucho tiempo permaneció inactiva y haciendo lo mínimo posible a lo largo del día.


Es decir, no solo tenía que luchar contra mi vagancia sino contra un cuerpo y una mente desentrenadas y quizás no tan bien amueblada como presumía tener. El caso es que fui tirando y la verdad es que lo hice bastante bien durante los primeros meses. Fue duro, pero aprobé el Noken y obtuvo mi flamante y hermoso diploma de japones. Una de las cosas de las que estoy mas orgulloso y que me probó que mi sueño era posible. El segundo logro fueron los examenes de Enero, que supere en su totalidad con cierto sacrificio y quizás un poco apurado en alguno de ellos.


Todo iba bien. Pero la cosa pronto empezó a declinar. No se si fue el cansancio, el coger excesivas asignaturas o mi cuerpo que no daba para más pero todo empezó a amontonarse. Un problema tras otro, un palo tras otro y al final estuve al borde del abismo nuevamente. No quiero pensar mucho en ello ya que las heridas aun están recientes y se que algunas pueden abrirse en cualquier momento, así que dejadme o permitidme obviar esta parte de momento al menos. Afortunadamente la cosa ha seguido adelante, y no se muy bien como todo ha acabado pero no sin dejar sus cicatrices.


El balance de la batalla, pues es lo que queda de mi ahora mismo. He aprobado la mayoría, hasta el momento, tengo un nivel inicial de japones y pronto tomare un vuelo que me llevara por primera vez (y espero que no la ultima) al lugar donde estoy luchando por vivir algún día. Así que no me ha ido muy mal. Pero, siempre hay un pero, se que el próximo curso va a ser peor que este, por lo que quizás deba hacer un balance mas crítico y aprender de los errores que he cometido este año.


Debo intentar mantenerme ajeno a los problemas que me rodean y no me atañen, ser mas frió, mas indiferente ante las cosas, dando menos importancia a ciertos factores que escapan a mi control y centrarme en los que verdaderamente puedo controlar, cambiando, actuando allí donde si esta en mis manos mejorar las cosas. Muchas son estas cosas en las que tengo que intentar mejorar, pero la más clara, la que mas ha calado hondo en mi es que no debo buscar ningún atajo. No debo confiar en que la suerte me va a sonreír y todo mi camino se va a ver claro en mi horizonte. Primero porque la vida nunca pone las cosas tan fáciles y segundo porque los milagros no existen. La suerte no se tiene, se gana.


A las personas no les pasan cosas buenas. No espero de este año que comienza que a mi me pase nada bueno, al menos no espero que me sonría la fortuna. No espero un ángel que me rescate, que me haga mas amable el camino, no espero tener consuelo...Estoy seguro que mi situación personal dentro de un año sera como es ahora o quizás peor. Se que me lloverán los palos y que el trabajo sera aun mas duro de lo que ha sido. Con todo, estoy dispuesto a afrontarlo con la frente alta y el espíritu renovado. No pienso rendirme ya que creo que a pesar de las penalidades sufridas las experiencias vividas me han hecho mas fuerte. Este año no me pillaran con la guardia bajada tan facilmente, no dejare que me hieran tan facilmente, no dejare que me sorprendan ni que me superen las cosas. Voy ha hacer las cosas mejor.


Sigo como hace un año. Sigo siendo la misma persona, con los mismos defectos y las mismas virtudes. La diferencia es que estoy intentando ser mejor persona, intento relacionarme mas con los que me rodean, luchar por lo que quiero y mantener vivió un sueño. Ahora estoy mucho mejor de lo que estaba hace un año. He ganado amigos, he aprendido muchas cosas y de alguna forma he dado un paso hacía mi gran sueño. Se que he mejorado, poco, pero he mejorado. Eso es evidente. No soy aquel que empezó este viaje ni seré el mismo que lo termine. Porque estad por seguros que lo terminare, en ello pondré mi máximo esfuerzo. Y se que al final de mi meta, no solo habré logrado mi sueño, sino que seré mejor persona, mas sabía y con un poco de suerte finalmente abandone mi autoinpuesta soledad.


Ahora me lamo las heridas, cansado y magullado. Pero he aprendido de ellas y estoy seguro de que puedo hacerlo mucho mejor a partir de ahora. Estoy completamente seguro, solo espero segir teniendo el apoyo de los que me quieren. Con ellos junto a mi, nada podrá detenerme. No dejare que vuelvan a herirme. El año que viene serán menos las heridas que lama con delicadeza. Pero esa es otra historia.

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