jueves, 15 de julio de 2010

El Examen de las sonrisas


Ahí estábamos al fin. En Barcelona, en el hotel de la universidad, en mi cuarto a 24 horas mas o menos de el examen mas importante de mi vida. Bueno, ya sabéis, en ese momento era el más importante^^. Recuerdo bien que teníamos un rato antes de ir a Barcelona de excursión para descansar del viaje y asearnos. Recuerdo que mi compañero de habitación, Oscar-san(el de la novia nippona) se puso a repasar en la mesa de la habitación. "¿Para qué?" pregunte. "Si ya esta todo el pescado vendido". Negandome a mi mismo lo de estudiar, me tumbe en la cama y me puse a escuchar el último disco de Hamlet (muy recomendable). Cogí mi libreta de vocabulario y me puse a repasar las palabras una ultima vez. Acaricie los trazos escritos a lápiz y recordé cuando había empezado el renombrado curso veraniego. Fue entonces cuando comencé aquella libreta. Cuando volvía de clase me ponía a estudiar las palabras nuevas que había incluido. Al final, me quede dormido escuchando Hamlet.


Cuando desperté, mi compañero Oscar-san seguía repasando. Remolonamente, y esperando no haberle molestado, me calze y salir a dar un paseo. Allí estaban mis otros compañeros de clase, con los que charle alegremente pensando en el inminente examen que teníamos por delante. El hotel estaba lleno de chinos, si de chinos, que según alguno estaban allí estudiando para ser pilotos, o algo así. El caso es que estaba todo lleno de chinos^^. Aquella tarde fue divertida. Intensa, con un montón de nervios, pero divertida.


Cuando llegué al hotel, estaba destrozado, lleno a reventar de lo que había comido y profundamente cansado. Me duche y saque el libro que un gran amigo me había regalado hacía justamente un año. "Tokyo Blues", dentro tenía todas las credenciales para el examen. Ese libro me salvo la vida, de alguna manera, así que decidí llevarlo conmigo hasta el final. Llevarlo conmigo a la prueba que podría cambiar mi destino para siempre. Acaricie la tapa y cerré los ojos. Me imagine ya en Japón, andando tranquilamente por las estrechas calles, junto a mi...Por primera vez, mi sueño había evolucionado, no solo quería vivir en Japón por resultarme una aventura ilusionante y un reto personal. Mi sueño había alcanzado una nueva dimensión, pero aquella noche aun no era consciente de ello.


Cuando llegamos al sitio del examen, sin dormir casi nada por los nervios. Cientos de estudiantes de agolpaban en la entrada de la Facultad e Idiomas esperando que abrieran las puertas para dirigirse a sus respectivas clases. Todos estábamos muy muy nerviosos, yo también. Intercambiamos sonrisas frías y conversaciones insursas hasta que abrieron las puertas y nos encaminamos dentro. Nos despedimos de nuestros compañeros de otros niveles y como si fuéramos uno nos dirigimos a nuestra aula de examen. Todo estaba perfectamente organizado, así que tenían las mesas numeradas con el nº en que cada alumno, digamos que la mesa había sido destinada exclusivamente para mí. Todos nos sentamos mas o menos juntos, quizás yo un poco apartado, ya que a mí derecha había una mesa vacía de un desconocido que nunca acudiría al examen. Yo estaba en la primera fila que ocupaban mis compañeros, con lo cual no podía ver el rostro de ninguno, solo el del tribunal japo/español que nos iba a examinar.


El examen empezó. El portavoz del tribunal nos dijo alegremente que estuviéramos tranquilos, que íbamos a aprobar todos y que tuviéramos confianza en nosotros mismos. Nos explico las reglas del examen, una por una y con un escrupuloso orden nos repartieron las hojas de respuestas y después la de los examenes. Todo muy ordenado, medido y estructurado al puro estilo japones. La primera parte de Kanji me salio casiperfecta. Así que en el primer descanso reinaba un poco el optimismo, pese a que sabíamos que la siguiente parte iba a ser la peor, LA ESCUCHA!.


Bueno, he de decir que yo creía que me había salido mejor de lo que salio al final, pero la verdad es que fue como una escucha mas de clase, ni mas difícil, ni mas fácil. Aunque todos mis compañeros estuvieron de acuerdo en que era un poco más difícil que la de años anteriores. Bueno...ya no me acuerdo^^. La tercera parte, la de Gramatica, su que fue realmente mucho mas difícil que nuestros examenes normales, y es que subieron claramente el nivel. Con todo, creo que respondí con bastantes garantias al examen. En definitiva, contaba con que había aprobado y que iba a ser un aprobado. Claro que no podía asegurarlo, pero tenía bastante confianza en mi trabajo.


Cuando salí me senté en un banco y rehuse escuchar cualquier comentario de mis compañeros sobre el examen. Simplemente respire hondo y reflexione. Lo había logrado, había superado aquella dura prueba y había salido airoso. Por fin, la larga carrera en el estudio del japones iba a darme una tregua. Aquello era una victoria, mi sueño era posible, mi sueño podía hacerse realidad, con esfuerzo, sacrificio y perseverancia. Podía ganar esa batalla maldita sea.


Cuando nos hicieron una foto de grupo con los profesores, me sentí profundamente feliz y contento. Una felicidad plena, completa e inmensa. Una felicidad que recordare siempre y que hoy me da fuerzas para seguir estudiando, volver allí este año y darle una nueva paliza al Noken. Las futuras batallas iban a ser mucho mas duras y difíciles. Pero de momento había ganado. Mi sueño...podía hacerse realidad. Lo nota del examen...Esa es otra historia.

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