Orgullo sin prejuicio

No soy un tipo muy sociable. Supongo que mi mente despierta, las largas horas de soledad en la infancia y que este mundo es cada vez mas cerrado e individualista me ha forjado de esa manera. Tampoco soy un antisocial ni nada parecido, pero si vergonzoso y a veces demasiado reservado. Nada fuera de lo normal a pesar de todo. Es por ello que nunca me ha gustado llamar la atención.

Cuando empecé a estudiar japonesa he hice publico mis objetivos próximos mis mas cercanos se lo tomaron con el debido respeto y normalidad. Pero seamos sinceros, no es algo que se plantee uno normalmente. Así que al principio preferí mantener un riguroso silencio y mutismo en lo que a mis conocidos menos intimos se refería.

Fue una tarde en un bar cuando un amigo me presento a una amiga suya. Me presento como Anónimo, estudiante de Japonesa. Con una sorprendente y vergonzosa expresión exprese rápidamente la muletilla de "bueno, estudió veterinaria mayormente". Fue un acto reflejo, sin malicia o intención, pero me hizo meditar un poco sobre la situación una vez que hubo pasado. ¿De qué demonios me avergonzaba? ¿Qué de malo hay en que la gente sepa que estudias japones? Es una tontería, comparado con otras cosas que sin son verdaderamente bochornosas o nose....

No merece la pena sentirse avergonzado por las cosas que uno hace. Especialmente cuando esas cosas o aficiones no hacen daño a nadie ni a nada y sirven para el divertimento, la ampliación intelectual o simplemente pasar un rato agradable. Hace mucho tiempo, que en este país y otros, se cataloga a cierta gente como "rara" o extraña, simplemente por las características aficiones a las que dedicaban su tiempo libre. Esto no es extraño ni ajeno a cualquier país o cultura, ha pasado desde los tiempos de los antiguos Egipcios. El caso es que pasa. Surge una nueva tendencia, causa una gran crispación y divergencias hasta que acaba siendo aceptada y asimilada con el tiempo.

No entendía porque, pero me avergonzaba un poco que la gente supiera que estudiara japones. El caso es que no podía dejar de sentir algo de vergüenza. Con el paso de los días y las múltiples experiencias vividas y derivadas del mismo hecho poco a poco he ido perdiendo este miedo, y hoy en día, de forma casi natural, cuando alguien me pregunta dijo sin ninguna vergüenza que dedico mi poco tiempo libre al estudio de la lengua japonesa. En la mayoría de los casos, en contra de rechazo, he encontrado respeto, interés e incluso admiración. No siempre, pero la mayoría de las veces fue así.

Todo este minirollete viene porque me dado cuenta que este mundo esta lleno de miedo, miedo a reconocer nuestras aficiones, ha sentirse orgulloso de lo que uno hace y del esfuerzo y el trabajo que le dedica a sus aficiones por muy freakes o insustanciales que parezcan. Aceptate a ti mismo, reconoce que es lo que guste y no trates de ocultar tus aficiones a los que de verdad te importan. Si nos avergonzamos de lo que nos gusta, como pretendemos que alguien algún día pueda abrirnos su corazón.

En esta vida se puede tener miedo a muchas cosas, pero tus aficiones o hobbys, siempre que sean inofensivos, no tienen porque avergonzar a nadie, y temer que otros los conozcan e intentar evitarlo no solo es engañar a los que rodean sino engañarte a ti mismo. Todo esto lo se, porque un amigo mio se enorgullecio de lo que era, de sus aficiones y de sus hobbys, y gracias a ellos ha encontrado al fin la felicidad. Tomemos ejemplo, sientete orgulloso de lo que eres capaz de hacer. Yo, al menos, voy con la vida con la satisfacción y el orgullo de intentar aprender japones. Tengo mas aficiones de las que alguna vez me avergonzado claro esta. Pero esa es otra historia.