lunes, 6 de diciembre de 2010

La malicia del destino


Hace unos meses, escribí una entrada algo perjudicado, emocionalmente^^ que ya no le doy a las drogas, en el que lamentaba una terrible jugarreta que me había plantado el destino. Sin duda aquella entrada fue fruto de la emoción y la rabia que sentía en aquel momento. Una pena en definitiva, común a todos los normales y que yo prefiero plasmar en papel en vez de ocultar y pasarla en absoluta soledad. No es para que nadie se compadezca, no es para que nadie se sensibilice, es simple y llanamente una forma de llevar los pesares del mundo.


Hoy no voy a escribir una entrada similar, pues seria elevar a villano de este juego al mismísimo Destino, cuando el es un simple brujo que tan pronto te da, como te quita por otro lado. El destino es caprichoso, y a veces es muy cruel. Hoy simple y llanamente os voy a contar las tentaciones que me han pasado por la cabeza en esta larga y triste jornada de fiesta. Ya dije muchas veces que el peor enemigo de un hombre triste, es la soledad y la ociosidad. Por ello, hoy he intentado por todos los medios posibles, animarme y sonreír. Intentar mirar el lado positivo de la jornada y agradecer cada bendición que me otorgara el nuevo día. La mejor forma de no rendirse es no pensar siquiera en la rendición.


Tras ver mi Anime favorita, y algunos capítulos de Bakuman (que es una serie que espero recomendaros algún día), me puesto con animo camuflado en rabia, a estudiar kanji. He buscado al lista del nivel 5 del examen del Kanken (1006 kanji) y me he puesto a ello. He cogido mis fichas y las he ido modelando para dar vida a algunos kanji que completan mis tacos de conocimiento. Poco a poco, pero sin pausa y llegare sobrado a mi meta. Al comprobar uno de los kanji, he visto con alegría que una de las preguntas del examen la tenía correcta. Solo es una pregunta, pero alegra saber que igual tuve perfecto el apartado de kanji. Mi taco ha ido aumentando de tamaño, y me dado cuenta que necesito una arandela mas. Probablemente en unos días nazca mi 6º taco de kanji. No lo oculto, me gusta hacer estas fichas, por eso las hago con tanto esmero.


Tras acabar el estudio de Kanji me he visto un entretenido capítulo de Supernatural (serie americana que me gusta especialmente) y he comido tranquilamente mientras veía la televisión. Después de comer, un poco de descanso y ociosa búsqueda por Internet y me propuesto a trabajar en mi objetivo de hoy para la carrera: Unificar y acabar el trabajo del Sector Porcino en Japón. Entre diapositiva y diapositiva que preparaba, escuchaba alguna canción en YouTube. He descubierto alguna que otra que pronto estarán en la sección semanal del blog. Espero que no me las retiren como han hecho con las últimas^^. Todo iba bien, estaba ocupado con mi trabajo y no tenía tiempo para perderlo en lamentaciones o recuerdos dolorosos del pasado.


En un rato de descanso, he encendido el portátil y me he metido en Facebook para mirar las novedades. Nunca lo hago, mirar las novedades, pero esta vez lo hice, no se muy bien porque. Y justo la vi, una serie de fotos, colgadas recientemente. Una especie de acto publico, sonrisas, gente feliz ...allí estaba, con su sonrisa, esa sonrisa que también recuerdo. De repente, el mundo que había a mi alrededor se ha venido abajo. He comenzado a llorar como un tonto y la desaparición y la pena se han hecho con el control de mí. Todo el terreno ganado en un misero día se ha ido al garete al volver a ver su sonrisa. ¿A quién quiero engañar? Este era un partido que tenía perdido de antemano.


Con el sabor amargo en la boca y a duras penas he mirado el trabajo que estaba haciendo. No tenía ganas de acabarlo, tenía ganas de borrarlo todo y mandarlo al carajo. De coger los tacos de kanji que tanto esfuerzo me ha costado hacer y quemarlos, para que nunca más vuelvan a recordarme todo lo que pude haber tenido y perdí por mis faltas. Pensando mas en mis compañeros y temeroso de lo que podría sentir o hacer en los próximos días, acabe el trabajo rápidamente y se lo mande. Me comprometí ha hacerlo y no quiero perjudicarles, así que hecho esta. Lo siguiente que hice, fue recoger mis cuadernos de japones y dejarlos apartados en un rincón. Por un momento me sentí como el carcelero que aparta a un verdugo antes de morir, aun sin saber si recibirá el perdón o no, antes de ser ajusticiado. En ese momento, con su sonrisa aun reciente en mi mente y con las lágrimas ocultando mi mirada tuve que huir. Cogí mi marchito cuerpo y me metí en el baño. Encendí la ducha y me metí debajo. Allí estuve, dejando que mis lágrimas se las llevara la corriente, sin poderme quitar esa extraña sensación de perdida, de cerrajón, de marchita tristeza. La ducha no renovó mi alma, simplemente refresco mis ideas.


El resto de la historia, esta por escribir. No se que hacer, no se cual es mi siguiente paso. Estudiar, dejarlo y tirar todo por la borda. Simplemente quiero desaparecer, huir de mi propio corazón y ver si las heridas han cicatrizado un mes después. No quiero que mi pasión, la fascinación que siento por Japón y el japonés se conviertan en el eterno recuerdo de un amor del pasado. No quiero que dejar que el destino marchite el sueño que riego con mis sangre. Así que ahí lo tenemos, a nuestro involuntario villano, meses después, de nuevo jugando con los sentimientos de este pobre mortal. Sin embargo....No se que voy ha hacer. De momento, intentare dormir algo y no pensar en nada por unas horas. Mañana quizás tome una decisión o simplemente me deje llevar por el silencio. En cualquier caso esa, sera otra historia.

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