miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sobreviviendo al punto y aparte


Los caminos que tomamos a veces dan muchos giros inesperados. En ocasiones nos ponen entre la espada y la pared, nos hacen ir a sitios donde no esperábamos ir e incluso nos hacen contemplar nuestros propios principios machacados. Quien me iba a decir que acat¡baría iendo a sitios a los que jure nunca acudir, quien me iba a decir que una despedida me iba a causar tanto rechazo. Yo que soy un hombre despedidas y palabras finales, y ahora las reullo y no quiero ni pensar en ellas. La resaca de un sabor a desastres o a victorias. Hoy hay compromisos que cumplir.


Hoy es un día como otro cualquiera y puede que no lo sea. Hoy es el último día de las clases hasta el nuevo año. Al menos lo es para todos menos para los veterinarios. Estos hoy celebran una fiesta de dudosa antiguedad denominada "Champanada". Es una fiesta celebrada en muchas facultades de esta ciudad, una especie de fiesta universitaria de navidad. Al menos lo fue hasta que las fueron prohibiendo una a una. Recuerdo que cuando entre en la facultad aun sobrevivian dos, una era la de Veterinaria y la otra (si mal no recuerdo) la de los ingenieros. Esta última acabó desapareciendo por causas vandálicas y políticas. Una Facultad no tiene que ser seria, solo tiene que parecer que lo es. Así pues, la última que sobrevivio fue la de Veterinaria. Yo siempre me mostrado reacio a participar en ella, no soy hombre de fiestas universitarias, pero hoy me temo que tendré que abrirme camino e ir a la misma. No espero quedarme, solo voy a por unos vitales apuntes de los que depende mi aprobado en cirugía, pero para bien o para mal tendré que pasar por allí. Intentare ir de camuflado y obtener los apuntes sin que nadie conocido me reconozca, de otra forma me temo que tendré que quedarme un rato y sonreír, y no quiero hacerlo^^.


La misión es sencilla. Llegar a la Facultad, entrar por la puerta principal en la que no debería haber nadie, pedir las llaves del "barracón", donde se encuentran mis apuntes, y ir sigilosa y disimuladamente hasta el mismo para hacerme con ellos. Aquí hay dos problemas posibles, el primero es que no este abierta la conserjeria debido a la fiesta y el gorgorio, y la segunda es que haya algún conocido en el "barracón" que me invite a unirme a la fiesta. Pero ambas premisas son algo remotas, con lo cual tengo muchas opciones de alzarme con al victoria.


Si logro salir vivo de la facultad (y lo mas importante, si logro salir sin consumir alcohol) me dirigiré a realizar una rápida comida diaria y posteriormente me desplazare a la Ciudad Universitaria. Allí, además de la última clase del año de japonés, hoy se despiden los 80 y pico nipones que han pasado una agradable estancia en Zaragoza estos últimos 4 meses. No quería ir a la despedida, porque no me unen lazos de amistad con ninguno especialmente, pero me temo que tendré que ir. Así pues, me encaminare allí, ojeare un poco el ambiente y sonreiré diplomaticamente si alguien se cruza conmigo. No es que me importe mucho ir y despedirme, solo que me causa una sensación desagradable interior, una sensación de que hay cosas que es mejor dejarlas sin un adiós. Simplemente conservarlas con un agradable recuerdo y alguna sonrisa. Lamentablemente, el otro día me cruce con los nipones en la cafetería y me comprometí a pasarme para despedirme. Hay momentos en los que es mejor mantener la boca cerrada.


Así pues hoy espera un día intenso y lleno de posibles imprevisto y situaciones comprometidas. La vida da muchas vueltas y puede que los golpes de hoy sean agradables, agridulces o meramente desagradables. En cualquier caso es algo que hay que hacer, así que me pongo en marcha. A donde me llevaran los derroteros de hoy...Esa, sera otra historia.


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