El Caluroso curso de verano Parte II: Hagame 20 co...

Pese a mi optimismo inicial, sabía que aquel duro verano me iba a pasar factura. El madrugon del segundo día fue un claro ejemplo de lo que me iba a esperar. Levantarse en pleno mes de Julio a las 7 de la mañana para ir a clase es duro para cualquiera. Más después de un duro año de trabajo estudiantil. Con todo, allí estaba siempre listo y preparado para iniciar la clase. No recuerdo bien, pero creo que no falte ningún día.

Mas o menos la dinámica de trabajo era siempre la misma. Llegaba el primero, unos 10 minutos antes, o bien porque mi madre me acercaba antes de ir al trabajo o bien cogía el bus, o simplemente iba andando. El caso es que siempre llegaba 10 min antes^^. Hasta que empezaban a llegar mis compañeros paseaba por los pasillos de derecho, curioseando por los tablones a ver si veía algún nombre conocido. Curiosa facultad la de derecho. Casi todas las aulas tienen aire acondicionado, pero casi nunca funcionan. Además en la mayoría de las clases los pupitres son inclinados, no se exactamente el motivo para esto, pero son jodidamente incómodos. Por ultimo, las ventanas de algunas clases no tienen persianas y el foco de luz hace que en ciertos momentos de la mañana el rayo de luz impacte directamente sobre los ojos de los pobres alumnos. En conclusión, es muy bonita y muy cuidada pero esta hecha con el culo.

Tras comenzar la clase a eso de las 10:30 nos tomábamos un descanso. Salíamos todos pesarosos y medio dormidos y nos agrupabamos junto a la maquina de cafés y de comida. De hecho creo que al final en total pagamos la carrera de varios hijos del dueño de las maquinas de café^^. Arremolinados junto a la maquina, charlábamos, reíamos y comentamos lo que había dado de si el día. Paco-sensei se nos unía y nos contamos miles de historia sobre el japones y sobre todo de Japón. Eran momentos de relax muy interesante y amenos.

Cuando Paco-sensei miraba el reloj y preguntaba "¿Vamos?" La banda de zombis se ponía en camino aun con el sabor del café en sus labios y nos disponíamos a dar la ultim ahora y pico de clase, que siempre solía ser la peor ya que la solíamos dedicar a dar teoría, que a mi personalmente es lo que menos me gusta del japones. Al fin, aproximadamente a eso de las 12 acabábamos y nos despedíamos hasta el día siguiente. Unos se iban a casa, pero yo me iba a la biblio a estudiar diligentemente lo que había estudiado a lo largo del día. Hasta que cerraban la biblio y me echaban.^^

Lo primero que dimos en clase y la gran primera prueba de fuego con la que tuve de lidiar es el ya mencionado Hiragana y Katakana. Para los ignorantes en la lengua japonesa, como yo hace aproximadamente un año, estos son los dos alfabetos que usan los japoneses para escribir. Es decir, si no saben como escribir un kanji lo escriben con uno de estos alfabetos, para que os hagáis una idea aproximada es como si aprendiéramos nuestro propia alfabeto. El caso es que debíamos aprenderlo. Primero empezamos por el Hiragana, usado para palabras de origen japones puramente dicho. El Katakana se usa para palabras exportadas del extranjero y añadidas a la lengua japonesa, pero de eso hablare mas adelante. El caso es que recuerdo cuando Paco-sensei escribió en la pizarra la あ=A de dicho alfabeto. Aunque aquí parece que no tienen mucho misterio, a mi no se me da muy bien dibujar. Así que imaginaos. Me vi obligado nada mas empezar a repetir y repetir y repetir interminablemente esta maldita letra intentando que el circulito de abajo me saliera lo mas perfecto posible.

Con la intención de que nos resultáramos mas fácil e hiciéramos las letras del mismo tamaño, Paco-sensei nos dio unas plantillas donde podíamos dibujar una y otra vez las letras hasta que nos las aprendiéramos y además así aprendiéramos a dibujarlas decentemente. Imaginaos la cara del hombre de la copisteria de derecho cuando le lleve una plantilla en blanco y le dije: "Por favor hagame 30 copias de esto". A esas 30 copias le siguieron otras muchas más y más y más. Aun hoy sigo iendo a hacer copias. Aprendí el Hiragana, con esfuerzo y mucho repetir y hoy me parece un juego de parbulitos, pero recuerdo y recordare siempre las calurosas mañanas en la biblioteca escribiendo una y otra vez あ　あ　あ　あ。。。Lo cierto que el Hiragana lo dimos en apenas una semana y a los pocos días lo dominamos, pero no fue fácil comienzo. Lo peor es que la continuación iba a ser aun peor. Pero esa es otra historia.