viernes, 5 de noviembre de 2010

Tomando aire


Cuando uno ve la oscuridad que corroe al mundo hasta sus cimientos, las miserias y desgracias que rasgan los corazones de las personas y fragmentan los sueños de aquellos que se paran a mirar las estrellas no puede sino inquietarse. La vida es dura, eso lo sabe todo el mundo y quejarse de ello no lleva a ningún sitio. Pero a veces nos sentimos indefensos, miramos a nuestro alrededor y vemos la devastación del circular de la propia existencia humana. Donde unos triunfan, muchos mas fracasan. Este es un pensamiento negativo y equivocado de algún modo, pero no deja de fundamentarse en un hecho solido y refutado. Las cosas malas pasan y pueden pasarnos a cualquiera.


La tristeza es una flor que florece en cualquier parte. Hay tragedias que vienen sin mas, sin avisar, sin esperar un anuncio oficial. Pero las que mandan antes la tarjeta de visita no dejan de ser menos dolorosas. Un dolor que rasga las sonrisas de los niños, que se atreve a quebrar los corazones enamorados, que se ríe por cada sueño que no llega a brillar en el cielo como una estrella. Hay cosas que se escapan y que no podemos controlar, como la muerte de la que hablaba en una estrada reciente, cosas que simplemente están ahí, pasan, y pueden truncar cualquier sueño.


A veces me siento asustado, a veces incluso bajo la cabeza y siento un escalofrío de miedo. Los sueños se cumplen muy pocas veces y todos tenemos ese presente en nuestros pensamientos. Sabemos que el fracaso esta ahí esperándonos, esperando su oportunidad para atacarnos sin piedad. Muchos dicen, yo mismo alguna vez que las historias con final feliz solo son historias con un final inacabado. Que al final, siempre es el mal el que acaba llevándose la victoria. Tantos fracasos a nuestro alrededor, tan empinado es el camino, que a veces sentimos que nuestra derrota puede ser dura y llegar en cualquier momento.


Pero aun hay esperanza. Solo hay que mirar, para ver la luz que nos ilumina. Como en aquellas grandes historias...aquellas de las que os he hablado alguna vez. Aquellas que...¿Como van a acabar bien si sus protagonistas lo tienen todo en contra? En esas historias sus protagonistas no se rinden, siguen adelante, porque pese a la oscuridad que los rodea, tienen algo por lo que luchar, tienen un sueño por el que seguir adelante. Muchos piensan...o pueden pensar a veces, que esas grandes historias solo son una ilusión, cuentos de viejo que nos dicen nuestros padres para que no perdamos la esperanza y no nos arruine la oscuridad del propio mundo, podemos llegar a pensar que solo son historias inacabadas.


Basta dar unas vueltas por la red mundial, basta con leer alguno de los blog que circulan por la red. Blogs de gente común, igual que tu y que yo que una vez se atrevieron a soñar. Que una vez se atrevieron a luchar por sus sueños. Esa gente esta ahí, no es ninguna vieja historia o personaje literario, están ahí y muchos de ellos luchan igual que tu, a tu lado. Luchan por sus sueños igual que lo haces tu. Es fácil sentir admiración por ellos, es fácil sentirse identificado con aquellos que igual que tu están mirando las estrellas en este momento. Y entonces a un click de ratón, zas, una foto, una entrada, una imagen, un sueño hecho realidad. Gente que como tu luchó, gente que como tu sufrió, gente que como tu temió pero que finalmente triunfaron. Lograron sus sueño, brillan en el cielo iluminándonos a nosotros que aun los observamos desde el suelo. El mundo e Internet están llenos de historias con final feliz. Con padres felices, esposos felices, con gente que alcanza su meta. Internet nos permite ver sus rostros, sus caras, ver en su felicidad y en su sonrisa la esperanza que a veces nos falta. Las historias felices, no son cuentos inacabados. Son finales felices con un prologo nostálgico.


En este momento me paro, tomo aire y respiro, finalmente me decido y actuó. La victoria es una posibilidad igual que es la derrota. Les miro a ellos, a los que ya han ganado y siento confianza. Puedo lograrlo, solo tengo que seguir luchando y no dejarme vencer. Si caigo derrotado mi ejemplo servirá de testimonio, si triunfo iluminare los rostros de aquellos que aflige la desesperanza. El final llegara. Así que...continuemos y vemos como se desarrolla nuestra historia.

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