miércoles, 30 de junio de 2010
Perros, cebo y últimas horas de biblio
lunes, 28 de junio de 2010
Hablemos de Valor
domingo, 27 de junio de 2010
No pienso rendirme
Video de tridemt
http://www.youtube.com/watch?v=iZ8A6668kt8
sábado, 26 de junio de 2010
El Caluroso curso de verano Parte III: La dificultad del japones
viernes, 25 de junio de 2010
El Caluroso curso de verano Parte II: Hagame 20 co...
jueves, 24 de junio de 2010
Los despojos del cierzo
martes, 22 de junio de 2010
El Caluroso curso de verano Parte I: El primer día
lunes, 21 de junio de 2010
Intenta ser optimista
domingo, 20 de junio de 2010
Lo mas cerca de los sueños
Hoy nuevamente he visto como la felicidad es para otros, como la esperanza es para otros, como la luz alumbra el camino de un tercero que no soy yo. Y estoy tan cansado, tan cansado y lleno de rabia. Rabia por la injusticia, rabia por la soledad, cansado de ser soy, cansado de ser buena persona. Estoy casi cansado de soñar, casi cansado de respirar con estos pulmones grises y marchitos que solo se merecen lo que han obtenido.
Una amiga mía me recordó hace poco que se suponía que yo era un hombre de fe. Un hombre que enarbolaba la bandera de la esperanza por encima de las cabezas de los que no podían ver o no querían ver. Yo era ese hombre. Pero, en que momento desapareció...en que momento aquel hombre murió. Morir es una palabra muy grave, y no quiero jugar con ella o enarbolarla, así que mejor digamos, ¿Cuándo ese yo desapareció?
Otra amiga me recordó una carta que me escribió en una ocasión, una carta en la que describía a un hombre dulce, cariñoso, fiel, bondadoso, fuerte y bonachón. Alguien digno de su confianza, alguien digno incluso de ser amado. Una buena persona. Supongo que tenía razón y que cuando escribio aquella carta ese hombre existía. Ese hombre era yo. Pero, hoy no me siento así. La vida me desprecia y se ríe de mi fortuna, clavandome una y otra vez los insabores de la vida. No recuerdo la ultima vez que sonreí con alegría. A veces me pregunto si de verdad yo puedo sonreír, a veces me pregunto si yo de verdad volveré a sonreir.
Siento, muy dentro de mi, que aquel hombre al que tanto querían sus amigos, al que tanto respetaban sus conocidos, al que tanto apreciaba mi amiga...desapareció hace mucho tiempo. Hace mucho tiempo, le dije a mi buen amigo Ivan que me sentía como una carcasa, como un esqueleto sin corazón, ya que se había roto en tantos pedazos que ya no seria jamás capaz de volver a tomar forma. ¿Quién iba a tener la paciencia de recoger cada trocito y volverlos a unir? Nadie...Siento que soy una corazón que no merece la pena ser salvado. Eso es lo que siento.
Te castigas demasiado a ti mismo, lo se And. pero no puedo evitar sentirme así. Tengo la sensación, la misera y oscura sensación de que la felicidad es algo muy hermoso y bello que no esta hecho para mí. Que ya no esta hecha para mí. No me pude dar cuenta hace años, pero ahora lo se. Puede ser que lo mas cerca que estemos de nuestros sueños, sea ahora. Por eso, esforzaos al máximo, esforzaos al máximo porque puede que mañana sea demasiado tarde y vuestro corazón se haya roto para siempre. Yo seguiré estudiando, seguiré trabajando, seguiré esforzándome. Por que como dicen algunos soy un hombre de fe. Pero algo en mi interior, me dice, que solo soy una carcasa sin corazón que no merece la pena ser amada, que no tiene derecho a amar. Pero esa es otra historia.
sábado, 19 de junio de 2010
Música, oscuridad y un sueño
viernes, 18 de junio de 2010
Mirando hacía el oeste
Para dejar mi soledad
Mi amigo tenía razón, lo sabia entonces y lo se ahora. Mas tarde, me pregunte a mi mismo si de verdad había aprendido a estar solo. Si de verdad había aprendido lo que era vivir en soledad y había obtenido la suficiente experiencia de esta larga y fría penitencia. Entonces comenzaron las dudas. ¿Acaso mi deseo enfermizo de abandonar esa soledad no era mas que la cara de mi derrota ante la misma?
En este mundo, todos nos complementamos. Todos estamos conectados de una forma imprecisa, pero conectados al fin y al cabo. Y es que la vida es como un gran puzle, un gran puzle donde no sabes donde van a encajar las piezas porque no podemos ver el puzle con la perspectiva suficiente hasta que hemos colocado la mayoría de las piezas. Ese es el gran misterio de la vida, un gran puzle, y nosotros, nuestras experiencias y emociones, somos las piezas que forman ese inmenso puzle que es nuestra vida. Solo al final vemos como encajaban las piezas, porque encajan y que lugar ocupan en el puzle. Al fin y al cabo, las piezas malas o amargas, por muy malas o amargas que sean deben encajar para que puedas colocar la siguiente pieza del gran puzle.
Es por esa complementación, por esa relación que existe entre todos nosotros que no podemos vivir solos. No podemos retirarnos al monasterio mas oscuro y vivir entre contemplación y oración. Rezar a Dios esta muy bien y es muy respetable, pero renunciar a la relación con el resto de personas con dicho fin no es la obra de Dios, es el camino de la locura. Yo me siento como un monje, estoy rodeado de gente, gente que me quiere y me apoya, gente que evita que lo tire todo por la borda y me rinda.
Pero, no es suficiente con el cariño de los demás, no es suficiente con el cariño de los que te rodean, necesitamos algo mas. Esa persona, esa persona que encaja perfectamente contigo, que te quiere incondicionalmente, que te apoya, te respeta y te ama con todo su corazón. Esa es la persona que de verdad nos saca definitivamente de la mas terrible soledad. La soledad de un corazón sin homologo.
Ante mí, quizás se me este planteando la oportunidad de encontrar a dicha persona. Quizás tenga ante mi la ultima oportunidad de salir de mi soledad. Pero, paradojicamente, si de verdad deseo eso, si de verdad quiero salir de mi soledad, deberé primero renunciar a dicha persona, a su compañía diaria, a sus caricias, sus mimos y sus besos. Deberé aprender a vivir sin ella por un tiempo, en soledad. El destino de nuevo se vuelve a reír de mi. Maldita sea mi destino. Las cosas son tan fáciles...pero se complican tanto. En este momento, mi corazón y el suyo deben decidir si están dispuestos a vivir en soledad un tiempo hasta que nos volvamos a encontrar para no separarnos nunca más.
Yo estoy dispuesto a eso, estoy dispuesto a esperar, estoy dispuesto a vivir en soledad, estoy dispuesto a aprender a vivir con la soledad. Lo estoy porque estoy seguro de que merece la pena ese sacrificio, estoy seguro de que merecen la pena todos los sacrificios que he hecho hasta ahora. Estoy completamente seguro de eso. Pero esto, por supuesto, no es una decisión unilateral, es una decisión compartida, por eso tengo que esperar a lo que esa otra persona decida. Dentro de dos días sabré la respuesta. Dentro de dos días, sabré si ella también esta dispuesto a ello.
Muchas veces, por mucho que nos sacrifiquemos, por mucho que lo demos todo, nuestras plegarias y nuestros deseos se quedan en nada. Por eso tengo miedo, tengo miedo de que me vuelvan a herir. Pero aunque lo hagan, aunque todo esto acabe mal, aunque todo esto no llegue ni a empezar. Tengo el valor de intentarlo. ¿El fin de esta historia? Prometo contároslo dentro de poco. Pero esa es otra historia.
miércoles, 16 de junio de 2010
Una cita con la felicidad o el dolor
Alguien que es importante en mi vida, puesto que ha supuesto un cambio trascendental en mi forma de ver las cosas, se marcha y muy probablemente nunca mas la vuelva a ver. Si vale, ya se que soy muy fatalista, pero no nos engañemos. Las cosas están complicadas en el mundo...Y la distancia es mucha. No seamos tampoco ingenuos. En fin, el caso es que decidí comprarle un regalo.
Como muchos de mis amigos ya sabrán, no soy muy original en cuanto a regalos se refiere. Así que, moviendome en terrenos pantanosos de los que no sabía muy bien como salir, me decidí por regalar lo que siempre regalo yo comúnmente, un libro. Pero un libro muy especial, no es cualquier libro. Mi profesor de Japones, al que llamare "日本語の神", es traductor del libro en cuestión. Hablo de "Que hablo cuando hablo de correr", joer que juego de palabras mas rocambolesco. El libro es del autor japones Haruki Murakami, uno de los libros de este autor, regalado por un buen amigo, me salvo en una ocasión de un mal momento que estaba pasando. Así que digamos que le tengo un especial cariño a este autor, además de que me encantan los libros que hasta ahora he leído de él.
El caso es que el regalo me venia ni que pintado. Mi amiga, pues es una amiga la que va a recibir el regalo, esta estudiando español y además le encanta leer. Se que tiene el libro en Japones, pero me comento que estaba leyendo otro libro de Murakami en español para ir aprendiendo el idioma. Así que el regalo me viene ni que pintado, un libro de Murakami, que además lo ha traducido mi profesor con lo cual puedo pedirle que se lo dedique y así es un regalo aun con mas enjundia. Total, que me viene al pelo.
Todo feliz me encamine a comprar al libro, y mientras hacía el descanso de la comida, me estuve leyendo el prologo para ver si me animaba a comprarmelo mas adelante y porque tenía curiosidad de ver como traducía mi profesor (muy bien por cierto). Total, que mientras pasaba las paginas, ojee unas fotografías que acompañan al libro. En una de ellas el autor sale corriendo en la ciudad de Murakami, prefectura de Niigata. "Que curioso"pensé"Mi amiga es también de esa prefectura". Cerré el libro y acaricie con mis dedos la portada. Ese autor...gracias a él había nacido mi sueño (al menos en parte), ese profesor gracias a él había conocido a mi amiga. Todo, absolutamente todo parecía tener un inicio, unas causa, una relación, una amalgama de sucesos y vivencias que me habían empujado atropelladamente hacía un único lugar. Mañana.
Mañana creo que sera uno de esos días, uno de esos días en los que tu vida queda marcada para siempre, ya sea para bien o para mal. Uno de esos días en los que tu destino cambia y que recordaras toda la vida. Esos días en los que puedes convertirte en el hombre mas afortunado del mundo o bien en el ser mas desdichado, triste y abatido que anda sobre la faz de la tierra. Todo apunta a mañana y seguramente mañana sea otro día mas, como cualquier otro día de esta largo caminar en el que me he embarcado. No se que pasara mañana, no se que sera de mi suerte, pero ahora mismo siento temor, temor y miedo. No por lo que pase, sino por lo que pase dentro de mí. Con todo, estoy seguro de que pase lo que pase, no me rendiré. No aun. Pero esa es otra historia.
martes, 15 de junio de 2010
Los guardianes de mi camino
domingo, 13 de junio de 2010
Rogando por un pequeño milagro
Cierro los ojos e intento pensar en nada. Intento centrarme en mi mismo. Respiro hondo y me dejo llevar. Por un momento, parece que me fundo con el contorno y me convierto en una mancha borrosa bajo el sol. El sonido chirriante de una puerta me devuelve al mundo y al continuo caminar de la vida. Miro a todas partes y una extraña sensación me sacude y me arroja a las fauces del destino.
Ese mismo destino que me enseña ahora lo que me quito, que me muestra lo que podía haber sido pero que nunca llegara a ser. Ese mismo destino que se ríe de mí sin compasión. Ojala no hubiera sido ahora y hubiera sido antes, ojala pudiera regresar al pasado y cambiar las cosas. Si solo tuviera un poco mas de tiempo. Extiendo unas manos que me son ajenas, que es esta extraña sensación.
Es el recuerdo de sus manos contra las mías lo que recuerdan mis dedos, lo que añora mi piel, lo que desea mi alma. Por unos pocos minutos dos manos entrelazadas, las mismas que yo contemplo envolvía tus suaves y pequeñas manos. Siento el dolor de tu ausencia. Si solo hubiera tenido un poco mas de tiempo, quizás mis manos serían mías y solo mías para el resto de la eternidad. Si solo me dieran un poco mas de tiempo.
Justo ahora el destino ríe con sonoras carcajadas, te tengo tan cerca, tan cerca y tan lejos. Ese maldito canalla que nos separa, ese maldito canalla que ha decidido mostrarnos un espejismo de la felicidad que podía haber sido y que jamás sera. Cuanto añoro una oportunidad, porque me das esta cruel invitación a una fiesta que hace tiempo que cerro sus puertas. Las empujo, las derribo y no puedo con ellas. Caigo lastimado al suelo y lloro, lloro amargamente y siento que el recuerdo de tus manos se desvanece poco a poco. Un grito de rabia salpica los cielos y hace brotar mis lágrimas.
Abro los ojos y estoy solo, solo en mitad de ninguna parte. Miro a mi alrededor confundido y temeroso. Temeroso del tiempo que esta por pasar, temeroso de tu partida y de la segura certeza de lo que nunca sera. El destino se ríe de mi, con sonoras carcajadas y yo solo rezo, rezo y ruego a todos los que me escuchen que me den más tiempo, que me den solo un poco mas de tiempo para volver a acariciar tus manos. El destino se vuelve a reír y yo caigo de rodillas en mitad de ninguna parte, rogando, solo rogando, que cambie la dirección del viento y no separarme jamás de ti. Maldito destino, apiadate de mi solitario corazón.
Las cosas no cambiaran. El tiempo agotara y mis lágrimas volverán a marchitar mis párpados. No albergo la esperanza, pero conservare ese recuerdo, el recuerdo de dos manos entrelazadas al abrigo de la oscuridad. No habrá segundas oportunidades...o si, pero esa sera otra historia.
Valoremos lo que tenemos o nos acabaremos arrepintiendo
Video de 7souled
http://www.youtube.com/watch?v=ooGZ98iLTys
sábado, 12 de junio de 2010
Descórides me ha derrotado
viernes, 11 de junio de 2010
Huir no es la solución
Muchas veces me quedado pensando en porque quiero irme a vivir tan lejos. La respuesta aun es hoy es clara, es un desafió, una oportunidad, la ilusión de conocer cosas nuevas, de vivir nuevas experiencias y de ampliar mis conocimientos mucho mas allá de las cortas fronteras de mi saber. Muchos amigos me dicen: "Pero para eso no hace falta irse al otro lado del mundo". Muchos de ellos dudan de que mi propósito sea tan noble. Y mas bien piensan que alguna razón subyace mas allá. Creo que tienen razón, en parte. Al fin y al cabo la vida no me ha tratado bien en otros aspectos, pero en cuanto a amigos y gente que me quiere tengo el orgullo de decir que son los mas mejores. Y a estas alturas de la aventura creo que me conocen muy bien.
miércoles, 9 de junio de 2010
Oda a la esperanza
Hoy no ha sido un buen día. Me sentado desde hace un rato delante del blog y me puesto a pensar que podría escribiros hoy. Reticente de seguir con mi historia con el pesimismo que llevo encima, no me podido resistir a adelantar otras de esas canciones que me más me han impactado. En este caso forma parte de la banda sonora de la película Okuribito (Despedidas). Seguro que a mas de uno le hace llorar con solo escucharla (si ha visto la pinicula claro). Para aderezaros la escucha, o quizás para fastidiarosla un poquitin...Voy a comentar un poco lo que he hecho hoy. Un día cualquiera en mi vida.
El sonido de un maullido lejano. El rasgar de la puerta y el sigiloso salto de un felino blanco. Cuándo mis ojos se abren, mi pequeña mascota me devuelve la mirada mientras bebe apaciblemente del bebedero que tiene encima de mi mesilla. El pequeño gato los cierra levemente en señal de buenos días y como disculpa por haberme despertado y sigue bebiendo.
Perezoso me revuelvo en la cama e intento segir durmiendo. Es entonces cuando una imagen me asalta. Una mujer, una dulce y bella mujer, una esperanza. Los susurros de la almohada me recitan su nombre, los heraldos de la ilusión retoman su ajetreada labor. Me levanto como un rayo y miro el reloj. Las 7:59. Con un rápido movimiento llego casi arrastras a mi mesa de trabajo, repleta de papeles y kanjis garabateados en hojas sucias, enciendo el portátil. Mientras se enciende, me quito perezosamente las legañas y acaricio la contractura que lleva meses castigando mi espalda. Miro por la ventana y contemplo una larga hilera de coches rumbo a su destino.
Cuando el ordenador se enciende, entro rápidamente al Facebook y le escribo un mensaje. Una voz en mi interior me dice que quizás es demasiado pronto, que quizás desvele con ese mensaje el mudo interés que ella ha despertado en mí. Con una negación rotunda redacto apresuradamente el mensaje y con la angustia esparciéndose por mi interior tecleo ENTER. Me giro nervioso y me encamino hacía el baño.
Hace un día lluvioso en Zaragoza. A mi siempre me ha gustado la lluvia pero nose porque hoy he cogido un paraguas, es verde y bastante simplón, pero cabe perfectamente en mi pesada mochila. Camino despacio, sin prisa pero sin pausa. Hago un par de recados y me adentro en la Universidad de Zaragoza. El jardín, con su férreo estanque, lucen abandonados. Los estudiantes se refugian en los porches de la temida lluvia. Mis consabidos pasos me llevan a la facultad de Geologícas, donde realizo mi reclusión bibliotequeril. En el pasillo me cruzo con decenas de jóvenes estudiantes que nerviosos entran a su primer examen de selectividad. Con una sonrisa y un buenos días me abro paso entre ellos hacía la biblioteca. Por un momento, recuerdo cuando yo me encontraba en la misma situación que ellos. Que nervios pase, que calor hizo aquel día. No era lluvioso como este. Tanto esfuerzo...casi lo había olvidado.
Cuando entro en la biblioteca, una decena de caras se giran a mirarme. Las conozco casi todas, es una biblioteca pequeña y he pasado muchos días junto a esos anónimos compañeros estudiando incansablemente. Ya casi son parte de mi día a día. Las horas pasan y encamino mis pasos hacía mi hogar. Tras una breve comida, y un poco de Anime que me saca una sonrisa, me encamino de nuevo a la facultad bajo la lluvia. Allí me espera un buen amigo. Juntos hablamos sobre la chica que me quita el sueño, nunca mejor dicho, él me intenta centrar en los estudios, me dice que todos son ilusiones sin sentido. Se que tiene razón pero deseo fervientemente que se calle. No estoy dispuesto a volver de nuevo a mi desquiciante soledad. Llegan más amigos y juntos tomamos algo sentado en el porche de la facultad. Alegres momentos que compartimos dándonos una pequeña tregua antes de estudiar.
Es tarde y vuelvo a casa arrastrando los pies. Cuando enciendo el ordenador ella no me ha contestado. Dentro de mi siento pena, tristeza y soledad. Las historias solo acaban bien en los cuentos...me dice una voz en mi interior. Con pesar, busco entre los libros de mi biblioteca y encuentro una carta manoseada. En ella, una mujer excepcional, me declara su profundo cariño y amistad. Un poco más animado me siento delante del ordenador y le mando un mensaje, para que sepa que sigo bien. Cuando acabó de escribirlo la pantalla luminosa me envuelve y me atenaza. Cuanto desearía poder conversar con alguien, me digo entre susurros. Pero no tengo a nadie, una noche más. Mientras veo como mi gato se acomoda busco una música imponente como esta y comienzo a escribir. Ella no me ha contestado, ni creo que lo haga. Otro sueño que se esfuma. Otra ilusión que se pierde. No tengo ganas de seguir con este horrible horrible día. Mañana me espera otra jornada de trabajo sumida en la monotonía y carente de esperanza. Quizás mañana sea distinto. Quizás me haya contestado cuando despierte....Se que no sera así...Pero esa es otra historia.
Buenas noches y gracias por escucharme.
Video de UGGO87
http://www.youtube.com/watch?v=UiyFeT0Tpkk&feature=related
Una semilla plantada con cariño
Entonces llegaron las penalidades, las plagas, la sequía, terremotos, adversidades y desavenencias. En muchos momentos estuve tentado de abandonar a mi pequeño árbol, marchar lejos y emprender nuevos cultivos, en tierras mas fertiles donde los arboles crecen mejor y mas fuerte. Pero nunca he abandonado a mi pequeño árbol, pese a las adversidades, pese a los desatinos, pese a los desafortunados encuentros.