domingo, 31 de julio de 2011
La Soledad del que calla
Ayer creo que fue cuando intente por todos los medios escribir una entrada un poco optimista. La verdad es que no se si lo conseguí, creo que no me quedo muy larga^^. Realmente quería que la cosa fuera optimista, y la verdad es que la tarde fue bastante buena y lo pase bastante bien. Primero fuimos a Shibuya donde me reencontre son Julian, un Colombiano que esta viviendo aquí en Japón y al que ya le dedique a é (y a su esposa) una entrada especial hace un tiempo agradeciendole la hospitabilidad con la que nos atendió y la importante ayuda que nos brindo en un mal momento^^.
Tras quedar con Julian fuimos junto con Razi a una fiesta que organizaba mucho. Al final entramos todos gratis y los gastos corrían a cargo de un amigo nuestro, así que bebimos hasta casi perder la vergüenza y charlamos y dialogamos con decenas de japoneses y japonesas. La noche acabó en un restaurante todos juntos cenando tranquilamente y disfrutando de unas ricas gyosas y de un poco de Ramen. Así y con la sonrisa en los labios acabó nuestra agradable jornada sabática, en la que me relaje un poco y disfrute todo lo que pude del momento.
Pero hoy la cosa se ha vuelto un poquito mas oscura. No solo no tengo ninguna noticia de mi amiga, la cual me aseguro que cuando acabara los examenés me escribiría sin falta para quedar. Esto es algo que ya temía que podía pasar, conociendo un poco a las japonesas y por lo que he hablado con mis conocidos de aquí...Era algo que cabía esperar. Como ya dije en una entrada anterior, la esperanza es el alimento de los necios, yo no me he dejado llevar por ella y siempre he mantenido todo esto en un punto muerto, sabedor de que esta historia que empezó hace mas de un año parecía tener un aciago final. Siento, siento de veras no haberme equivocado.
Además esta semana voy a pasar mas de una noche solo en casa ya que a mis compañeros de piso parece haberles sonreido la sonrisas y han quedado con unas lindas japonesas esta semana para tomar "algo". Me alegro sinceramente por ello pero temo que la soledad no sea muy buena compañera para mi en estos oscuros anocheceres que me va a tocar vivir. Unos oscuros anocheceres que pasare entre cervezas y con la vista clavada en un pasado gloriso, un pasas erroneo en algunas cosas y acertado en otras que me ha traido hasta aquí. Yo soy el culpable de esta situación y nadie mas. Pero...¿Quién puede ir en contra de su corazón? Yo desde luego no.
Pero las cosas son como son, no como queramos que sean. Creo que esto es algo que ya he dicho varias veces con anterioridad.^^ Pero es así...Ahora volvemos al punto de partida, tengo 17 días para disfrutar, los últimos 17 días en estas tierras, probablemente lo serán, así que pienso disfrutar al máximo las delicias, los placeres y las cosas buenas que me regala este país cada día. Y cuando el último día expire y mi tiempo se acabe...Sinceramente, aun no se lo que voy ha hacer. Probablemente este profundamente hundido y triste, aun mas triste que lo estaba el año pasado, pues esta vez algo en mi interior me dice que...no habrá retorno. Y la verdad no se si tendré fuerzas para afrontar con alguna entereza esos duros momentos. No quiero pensar en ese momento, porque la verdad solo albergo temor hacía él. Un profundo temor.
Pero aun quedan días para eso. Aunque sale el sol en mi horizonte, las horas corren y aun puedo aprovechar mis últimos días...Aun me queda un poco de tiempo para sonreirle a la vida. Aun puedo disfrutar de mis últimos momentos con alegría en el corazón y el brilla de la esperanza reflejado en mis ojos. Y sobre la chica por la que hice este viaje, por la chica que ocupo mis pensamientos, mis sueños y monopolizo mi esperanza. Quizás desde el principio estábamos destinados a no estar juntos. Probablemente desde el principio...todo esto estaba preparado. Soy un poco idiota, cuando amo pongo todo mi corazón en ello. Y eso es un peligroso arma de doble filo. Olvidarla sera imposible, la recordare hasta que llegué mi momento, y rememorare esta bella historia hasta mis últimos días, con cariño y una amplia sonrisa en mis labios. Al menos todo hace parecer que mi vida, como este viaje, no sera muy larga. Pero disfrutemos de los últimos días de esta historia. Esperemos que ocurra un milagro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario