Tras la batalla...

Y finalmente todo terminó. Terminó hace ya unas cuantas horas, pues ahora que os escribo es Sábado y el último examen fue el pasado viernes por la tarde. Pese a todo, no puedo hacerme a la idea, no puedo creer que todo haya terminado al fin. No puedo creer aun que este maldito mes de estudio, soledad y agónicas horas de biblioteca finalmente han llegado a su fin. Un fin que estaba tan lejano, que parecía tan remoto, que ni siquiera yo podía atisbarlo al principio. Y ahora, ahora ya todo ha terminado al fin.

Pero al fin la última batalla tuvo lugar. La verdad que fue breve y corta, sin grandes esfuerzos ni sorpresas. Fuimos, hicimos el examen y nos marchamos. No hubo novedades, ni lloros, ni sonrisas ni lágrimas. Fue suave como un otohematoma...Perdón que me desvió. Fue todo muy fácil y atraumatico, aunque el examen no fue por ello menos difícil, pero como solo duró una hora y como todos teníamos unas ganas locas de acabar, pues se hizo bastante llevadero.

Una vez terminado, nos juntamos todos en la puerta del edificio y dialogamos relajada y tranquilamente sabedores de que ya habíamos superado aquella dura y traumática batalla de una vez y para siempre. Así que se abría ante nosotros, o para casi todos, el verano. Unos iban a trabajar, otros no iban a hacer nada, otros se iban de viaje. En definitiva todos teníamos un plan por delante y como no era común, se acumularon los abrazos y las despedidas. Y porque no también cayó alguna cervecita.

Después de abandonar por fin mi facultad me fui al fin al centro y me agencié dos buenos libros, a los que hoy se ha sumado un tercero. Tenía mono de libro desde que la semana pasada terminé el último que me quedaba por leer. Necesitaba sanas provisiones de lectura. Creo que de alguna manera me he hecho adicto a este vicio, pues estas pasadas noches sin leer no lo he pasado muy bien. Mi mente necesita dosis de evasión antes de irse a dormir. Pero ahora ya estoy bien surtido...Uojojojo.

También he ido a comprar ropa nueva, pues como todos sabéis en apenas una semana me voy al paraíso, digo a Japón. Al fin, después de un año podre volver a mi amada tierra adoptiva. Allí deje muchas cosas por hacer, tal y como relate en mis entradas del año pasado, y sobretodo un encuentro especial que espero que se produzca y que ponga punto final o punto y aparte a una historia que arrastro desde el pasado viaje y que ha estado presente en mi pensamiento todo este largo y duro año...Que ya se ha terminado. Parece mentira...pero llegó a su fin. Y sobre el próximo viaje..Pues...Creo que esa, esa sera otra historia.