martes, 26 de julio de 2011

Los errores son sus armas


Los días transcurren placidamente en Japón. Mientras paseamos y terminamos de inspeccionar hasta el último rincón de esta maravillosa ciudad que es Tokyo, esperamos los acontecimientos que están por venir entre dudas y deseos de un futuro mejor, al menos de un futuro mejor. Las cosas pueden cambiar de un día para otro y las frustraciones junto a pequeñas victorias se suceden sin parar por los corredores de este viaje. No se que sera del mañana, solo lo espero con algo de miedo y ansiedad. Solo espero que las cosas no acaben mal. Solo esperamos a que el milagro se produzca, solo esperamos a que ese milagro sea posible.

Y en esta tensa espera nos paramos a pensar. Miramos hacía atrás y reflexionamos sobre las cosas que fueron, sobre cuales fueron los pasos que nos encaminaron hasta aquí, las acciones, las omisiones y las decisiones acertadas o erróneas que hemos ido tomando a lo largo de estos últimos meses. Cuantas cosas hicimos mal, cuantas otras las hicimos bien y que es lo que de verdad podemos esperar de ellas. De estas aguas vienen estos lodos.

De alguna forma pienso en el pasado y en el futuro, de alguna forma recuerdo todo lo que he hecho y en silencio intento adivinar, intento adivinar cuales fueron los errores que cometi, cuales fueron mis graves faltas que me llevaron a esta terrible y mezquina situación. Si no analizo bien mis errores, el destino los usara en mi contra y jugara conmigo como si fuera una polilla dentro de la botella de la vida y me balanceara para que siguiera brillando con la falsa esperanza de salir algún día al exterior. Mis errores, son ahora mas que nunca, las armas del destino.

Pienso que no tengo mucho tiempo, pienso que se me acaba y que nada pasa, pero es que nada puedo hacer para que los acontecimientos se precipiten, no puedo hacer nada para que las cosas se desarrollen de una farma mas rápida, no puedo hacer nada para que todo ocurra de una vez, así que solo me queda esperar, esperar y mirar al futuro con esperanza y esperar que cuando llege el momento este preparado. Esperar que cuando llege la hora definitiva, la hora de mi última batalla este preparado para no darle al destino la ventajas de cometer los mismos errores del pasado.

De momento necesito un cambio de actitud, tengo que ganar confianza en mi mismo y en mis posibilidades. Tengo que cambiar mi modo de actuar hacía los demás y desacerme de la amargura que ha estado acumulandose a lo largo de esta año de dolor, sacrificios y pocas alegrías. Tengo que sobreponerme, difrutar del momento y no dejar que el odio, la tristeza se salgan con la suya. Ahora mismo creo que los expido por todos mis poros. Aun hay esperanza, aun brilla la luz de la luciérnaga, pese a que aun continua encerrada en la fría botella del destino. Una fría y oscura botella.

Un último comentario a esta entrada, gracias a los sabios comentarios y consejos de Dikinna, los leo y me ayudan a reflexionar y pensar mejor las cosas, así que Gracias. Las calles de Tokyo me esperan así que...hasta pronto.

1 comentario:

  1. No sabes cuanto me satisface que al menos mis palabras te sirvan como inspiración de lo que llevas dentro!!!

    Mucho animo, no te rindas sea cual sea el resultado :)

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