miércoles, 20 de octubre de 2010

Perro tonto o heroe


Bueno, un nuevo día llega hasta nuestros corazones. Que bonita introducción. Ya recuperado de mi mortal enfermedad que atenazaba mis vías respiratorias altas casi casi, tengo el cuerpo recuperado y mas descansado lo cual es de agradecer. Parece que esta maldita enfermedad londinense no sera lo que me llevara hasta la tumba, pero tengo la nariz hecha un cromo y la boca surcada de heridas de guerra. Pero bueno, lo que no te mata te hace mas fuerte. Asin que...


Hoy quería hacer una entrada mas optimista que la anterior y la verdad es que no tengo muchos motivos para ser mas optimista que hace unos días. Ayer acabe las practicas de ovino para enterarme que este Jueves tenía que ir a una explotación a vacunar ovejas...con lo cual fue un ZAS en toda la boca. Además el viernes tengo unas aburridas practicas de producción...Pero bueno se llevaran lo mejor posible. Son cansadas, porque te pegas unas buenas palizas haciendo cosas pero no son muy complejas o aburridas y eso es de agradecer. Lo peor es el olor a oveja que te dejan^^.


El tiempo que me separa para el examen sigue encogiendo en mi calendario. Y cada día estoy mas nervioso e inseguro, pero creo que estudiare todos los días y rezare a todos los dioses por tener un poco de suerte y aprobar. Aun no se como iré a Barcelona para hacer el examen, así que tendré que ir pensándolo estos días...Hablare con otros compañeros que también van a ver que piensan hacer ellos y nos pondremos de acuerdo. Toca estudiar aunque el futuro sea incierto.


Hoy venia a hablaros de una película que vi hace poco nose muy bien porque extraña razón...Creo que ya os conté la historia de Hachiko, pero la vuelvo a contar por si alguno aun no la conoce. Hachiko era un Akita Inu (algún día os hablare sobre esta raza de perro^^), perro de raza japonesa de aspecto bastante adorable de por si. El perro en cuestión acompañaba a su amo todos los días a la estación y lo esperaba hasta que volvía del trabajo. Un perro un poco extraño...El caso es que un día su amo murió en el trabajo de un infarto y evidentemente no volvió a la estación. Pero nuestro perro Hachiko siguió esperándole justo enfrente de la estación. Y así continuo día tras día hasta el día de su muerte. Los ciudadanos de Shibuya (lugar donde esperaba Hachiko y que ya conocéis de una entrada anterior) decidieron erigirle una estatua en el lugar donde esperaba a su amo en honor a la noble gesta de amor y lealtad y porque se habían encariñado con el perro, que narices.


Todos los días cientos de personas peregrinan a este centro lugar de Tokyo para hacerse una foto junto a la estatua de Hachiko. A primera vista, esta parece una historia increíble y romántica, y el gesto del perrito digno de admiración y de alguna que otra lagrimita. La peli estaba correcta y el guión era...correcto. Sin embargo no ayudaba mucho a emocionar con la historia, aunque si lo lograba en algunos puntos de la misma. Fuera aparte de la triste historia de Hachiko, la película te da que pensar, como hacen las buenas historias. ¿Creéis que es admirable el gesto de Hachiko? O quizás...¿Solo es un estupido gesto de lealtad que no logro mas que una vida triste para Hachiko y una esperanza nunca cumplida que solo causo sufrimiento innecesario? Yo que veo pasar ante mi, día tras día los cadáveres de multitud de perros todos los días quizás me muestre mas ajeno o frió ante los sentimientos que puedan ejercer o surgir los gestos de estos animales, pero aun así no soy un bloque de hielo.


Mi opinión personal es que si bien el gesto de este perro demuestra los sentimientos de fidelidad y "amor" que puede sentir un animal por su dueño o cuidador, la reacción del perro no deja de ser irracional y desmesurada. Sin sentido, pero es un perro, y al fin y al cabo no tiene otra forma de demostrar sus sentimientos, ni siquiera otra forma de actuar en esa situación. Otros muchos perros tienen los mismos sentimientos hacía sus dueños, simple y llanamente no tienen un modo tan notorio para demostrarlo. Hachiko no es ningún héroe perruno, es un perro mas, como tantos otros. Solo tuvo la suerte de que alguien contara su historia.


Lo que nos trasmite esta película, en otro ámbito de cosas, es lo que es capaz de hacer Hachiko por mantener viva su fe y su esperanza. Pese al paso del tiempo, pese a las adversidad y las penurias, nunca se movió de su sitio. No dudo, no titubeo, siempre se mantuvo firme esperando ver a su dueño atravesar la puerta de la estación algún día. Esto se puede trasladar a la vida real, aunque nuestro sueño no este visible en el horizonte, aunque no lo podamos ver, a veces debemos mantenernos firmes e inamovibles, esforzándonos y trabajando duramente aunque no veamos el final. Aunque no veamos la luz hay que seguir firmes porque si cedemos jamas volveremos a verla. El ejemplo de Hachiko no solo es de amor y lealtad, sino de constancia, esperanza y determinación. Una gran historia.


Curiosamente, hace poco leí en el blog de Kirai (conocidos por todos supongo) que se encontró a un monje que le contó como todos los vecinos de Shibuya odiaban a Hachiko porque lo dejaba todo lleno de heces y les robaba la comida. Que Hachiko era un perro tonto. Podéis leer la entrada en su blog^^. No se si Hachiko era una perro idiota o un fiel compañero, lo que si se es que ahora él y su historia son eternas, y que este donde este, corre por una verde pradera junto a su amado dueño que por fin...regreso de la estación. La próxima entrada retomo la historia Yokohamera, pero esa...sera otra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario