miércoles, 11 de mayo de 2011

Una fe tambaleante


Llevo mucho tiempo sin escribir por aquí, concretamente casi una semana. Pero es que esta semana ha sido especialmente desastrosa por varias razones. Eso unido a la enorme cantidad de trabajo que tengo por hacer, pues como que no te entran muchas ganas de escribir absolutamente nada de nada. La verdad es que, pese a que la cosa parece que podría mejorar pronto, las cosas no van precisamente bien ultimamente. Así que vamos a quejarnos un poco.

Para empezar, tras la desastrosa pifia sentimental de la semana pasada, he pasado un fin de semana de lo mas aburrido. He estudiado lo que debía, pero a cambio me aburrido como una verdadera ostra. El viernes es especial fue horriblemente eterno. Las horas parecía que no querían pasar. Miraba una y otra vez el móvil desesperado viendo como no pasaban la hora y yo no sabia que hacer, así que me limitaba a medio dormitar delante del ordenador como si fuera un zombie.

Para completar el desastre, mi equipo de fútbol perdió. La verdad, no esperaba que lo hiciera, pero lo que acabó destrozándome no fue que perdiera, fue la terrible y lamentable imagen que brindo a todos los aficionados que se agolpaban en el estadio. El estadio estaba completamente lleno y el espectáculo fue tan lamentable como buena fue la afición. Ahora las esperanzas de salvación de mi equipo (que se juega el descenso) son absolutamente nulas y yo cada vez estoy mas convencido de que esto acabara en desastre.

Por otro lado, el mismo día, mi moto murió. No fue ningún accidente, fue el tubo de escape que termino de romperse. Yo sabía que tenía un tornillo de menos, pero me daba pereza llevarlo al taller y tener que pedirle la moto a mi tío. Así que como la moto iba yo tan feliz. Las consecuencias por mi estupidez han sido desastrosas. Hay que cambiar el tubo de escape y tengo que pagar un montón de euros...Tan ahorrar para que todo se te vaya al carajo en un segundo..Ains...Haz las cosas bien o acabaras arrepintiendo.

Todo este conglomerado de contratiempos e infortunios han hecho que mi fe se tambalee. Que mi esperanza se escape por una rendija y que mi estado de animo decaiga. Pese a todo yo sigo para adelante, sin rendirme y sin mirar atrás, aunque todo parezca estar en mi contra. Ayer, por fin, creo que recibí una buena noticia...Digo que creo, porque no se como acabara la cosa. Resulta que junto a unos compañeros participamos en un concurso de emprendedores. Nuestro proyecto es tan descabellado como "Exportar Corderos a Japón". Pero bueno, sea por lo que sea, resulta que somos finalistas, con otros 10 proyectos más y con solo 3 ganadores. No tengo muchas esperanzas de ganar, si os soy sinceros, pero no deja de ser una buena noticia. Lo malo, es que tendré que trajearme y hacer una presentación ante un montón de gente seria y seca. Una nueva responsabilidad en estas semanas tan traumáticas y agobiantes...Como acabara esta historia...Esa sera otra historia...

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