jueves, 7 de abril de 2011

Gente revolucionada


Que no revolucionaria. El tiempo cada vez pasa mas deprisa y poco a poco estamos llegando al final de este curso. Estos días, hay mil cosas por hacer. Ensayos para la Semana Santa, trabajos por realizar, muchas clases y las últimas practicas....Y por otro lado algo en el ambiente nos hace pensar que el tiempo se esta acabando y que muy pronto nos veremos de lleno en la frenética y lunática lucha por aprobar todos los exámenes de este mes de Junio. Que no sera tarea fácil.


No se si es porque vemos aproximarse el final o por las continuas obligaciones que nos acechan y nos atosigan pero la gente anda realmente revolucionada. Unos de mal humor, otros terriblemente irascibles, a otros se les ve nerviosos e inquietos. Un caos generalizado parece extenderse poco a poco por los habitantes del hemisferio norte. No hace falta irse muy lejos, es suficiente con salir a la calle y echar un ojo a los parques y jardines de la ciudad. Se ve gente charlar alegremente en el césped y los bancos, gente dando paseos o simplemente leyendo tranquilamente al sol. El otro día me di una vuelta por el centro de mi ciudad y me asombre de la cantidad de gente que recorría las calles. No recordaba tanta gente atestando las mismas, casi como si estuviéramos en fiestas, casi como si fuera el día grande.


Parece que después de este largo y somero invierno la gente tiene la insistente necesidad de saltar a la calle inconscientemente y arrojarse a las delicias del sol y las altas temperaturas. Ayer vi a un tío simplemente tirado en el césped de mi facultad durmiendo, a las seis de la tarde...El caso es que después de pegarme unos meses leyendo sobre hormonas y el celo de las vacas no puedo dejar de ver un claro reflejo en nosotros mismos. No tengo ni la mas remota idea sobre ciclo reproductivo de los homínidos salvajes, pero esta claro que la primavera influye e influye mucho en el comportamiento de la gente.


El sol, la temperatura y sobre todo y principalmente el pasado cambio horario que sufrimos hace poco ha revolucionado nuestras mentas y nuestro sistema hormonal provocando reacciones y cambios en la gente que no pueden dejar de sorprendernos. No solo me refiero a tablas de chocolate y escotes que se ven cada vez más por la calle, sino al comportamiento general de la gente. Yo mismo me sorprendí ayer sintiéndome bastante indispuesto y eso que estaba en un cuartucho cutre haciendo los deberes para el día siguiente. Incluso yo en estos días me siento extraño y relativamente alterado. Todos parecemos estar a merced de la primavera.


La primavera, como todo lo bueno, no esta destinada a durar mucho. Y esta parece estar a punto de estallarnos a todos en la cara con catastróficas consecuencias. Esperemos que los cambios que nos van a afectar a todos estos días nos lleven a buen puerto. Esperemos que lo que nos espera por delante sean éxitos y buenas nuevas. De momento podemos disfrutar de la primavera sabiendo que muy pronto llegara el verano y con él...los temidos exámenes. Pero esa, esa sera otra historia.

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