Ayer salí a la calle, mi actitud hacía el resto de la gente era brusco e incoherente. Comportamiento paranoico y desquiciado. No se si por la falta de descanso, por las heridas sangrantes del duro golpe recibido o porque simplemente mi estado mental no esta del todo bien. Sea lo que sea, estar rodeado de tanta gente me disgustaba profundamente.
Corriendo, volví a mi casa y me puse a descansar. Pero hoy de nuevo he amanecido confuso y desorientado, con ojeras y dolor de cabeza. Sin saber que hacer, ni como actuar correctamente. Y así hemos llegado a esta tarde, donde tras dormir la siesta correctamente y hablar un rato con mi novia estoy mucho mejor. Por lo menos puedo ver las cosas con mucha mayor claridad. Sin duda, uno de los pilares en los que se basaba mi vida eran mi pequeña gatita. Siempre estaba en casa para hacerme compañía, siempre estaba ahí para consolarme, siempre estaba ahí y ya no esta.
El cambio ha sido brutal, ni siquiera era consciente de lo dependiente que era de su cariño y de su compañía. Ahora que no esta me siento desnudo, desvalido y profundamente confuso. Pero, hay que seguir adelante, hay que seguir adelante por las cosas que quiero en esta vida y que aun me quedan. Por todas esas personas que aprecio y que me aprecian. Por todos aquellos sueños que aun pueden cumplirse, que aun puedo llevar a cabo.
Por todo ello intentaré levantarme, me costara y sera difícil, pero tengo que intentarlo, no por mi, que no valgo nada, si no por la gente que me rodea y por las personas que me quieren. Además pronto llegarán los exámenes y debo estar preparado para ellos. Pero esa, esa es otra historia.
Es duro perder a un ser querido, y tras pasar por varias etapas de sentimientos a veces contradictorios... lo unico que se puede sacar de una perdida es el aprendizaje, que esa perdida no sea en vano, que uno aprenda cosas de ello (en muchos sentidos)Además, que ya no esté aqui no significa que deje de existir de tu mundo :)
ResponderEliminarAnimo!