domingo, 12 de febrero de 2012

Cambio de ciclo


De alguna forma Enero marca un antes y un después. No solo porque supone el fin de los exámenes y por lo tanto la iniciación de un nuevo cuatrimestre, generalmente con nuevos profesores, nuevo temario, nuevas prácticas y retos y sobre todo que ya vemos al final de esta larga recta final los temibles, agotadores y poderosos exámenes del mes de Julio. Si esto ha sido duro, lo que queda por delante va a ser un autentico infierno. Pero hasta entonces aun queda mucho tiempo, así que ahora debemos centrar nuestra atención en el presente y en la multitud de cosas que aun están por hacer. En el montón de cosas que están pasando aunque no seamos conscientes de ello.

Y los cambios como siempre, traen nuevos conocidos y nuevas despedidas. Estas semanas un compañero de clase ha abandonado nuestro curso. Pero afortunadamente no lo ha hecho por enfermedad o dejadez, sino porque como pasa casi siempre, esta en un lugar mejor. Él tiene mas edad que la mayoría de nosotros y no tiene un trabajo fijo, esta todavía haciendo la tesis, en un tema relacionado con Japón, por lo que viendo que su tiempo, para terminarla y para estudiar japonés se agota. Pidió un préstamo, que le concedieron, y sin pensárselo dos veces se ha marchado a tierras niponas con su mochila bajo el brazo y en busca de una academia para terminar de dominar y maltrecho japonés. Y así como un héroe perdido a ojos de los que nos quedábamos, en silencio, contentos por su marcha, ya que va a un lugar mejor y al que todos desearíamos visitar. Al principio intentamos fingir alegría, pero rápidamente se impuso la sensación común de que nosotros nos quedábamos allí, a seguir luchando, mientras que él de algún modo, de alguna manera, había logrado su objetivo.

Esto choca también con la despedida de otra amiga japonesa, que marcha de nuevo hacía su hogar, dejando un pequeño vacío en un hueco del que no sabíamos de su existencia, al menos no hasta el momento de su partida. Todo esto hace que la atmósfera se envuelva en un halo extraño de tristeza y añoranza, muy alejada de la realidad. Los amigos, los compañeros de viaje, vienen y van y quien sabe cuando volveremos a encontrarnos con ellos.

Muchos son los que ya han partido antes, si haces intercambios de idiomas, los compañeros y amigos vienen y van. Con algunos vuelves a cruzarte, a otros, ya no los veras nunca mas. Esto es una realidad, es un hecho constado. Pero no hay que aferrarse a esas despedidas. Las despedidas no son mas que momentos de cambios. Pequeñas transiciones entre un momento presente y otro futuro que puede traer, en esta caso, nuevas y emocionantes vivencias. Nuevos horizontes y nuevas aventuras. Solo significan que las cosas cambian y que las nuestras, también lo harán, esperemos que para bien, en un momento u otro.

Y todo esto me hizo el pasado viernes, recientemente acabados los exámenes, salir con unos amigos para tomar unas cervezas y cenar por ahí. Intentando disfrutar del momento y de cada uno de ellos todo lo que pueda. Por que para bien o para mal, todo hace indicar que el tiempo que me queda con ellos, hasta la próxima marea del cambio, es escaso. Empieza pues un nuevo cuatrimestre, empieza pues un nuevo ciclo, un ciclo, que puede ser el último...pero esa, esa es otra historia.

2 comentarios:

  1. nyaaaaaa yo tambien quiero nuevos horizonteeeees (pero no nipones de momento, ese es un sueño mayor que no deseo cumplir aun para tener esa ilusion -además necesito dinero xDDDDD-)

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