Normalmente, por estas fechas todos los programas, periodicos y demás medios de comunicación hacen un balance de lo que ha sido el año hasta ahora. Con sus buenos y sus malos momentos. Yo no iba a ser menos y he hecho un rápido balance de lo que ha supuesto este año que recientemente ha fallecido. Y para ello, lo primero que he hecho es lanzarme de inmediato a la última entrada que redacte halla por las navidades del 2010. Como esta, estaba inmerso en montañas de libros y extensos temarios. Como aquella hacía una rápida mirada atrás y sentía con añoranza todas las vivencias de aquel año. Un año maravilloso visto desde la lejanía.
Este año han pasado muchas cosas, en lo académico y en lo profesional solo podemos hablar de éxitos. Aun con la incertidumbre que nos depara el futuro próximo y no tan próximo las perspectivas son buenos y estoy seguro que nuevos caminos y soluciones se abrirán ante mi este año si sigo esforzándome y dándolo todo como hasta ahora. Por que no quiero que olvidéis nunca que el esfuerzo y el sacrificio, tarde o temprano, se ven recompensados.
Espero que este año todo vaya tan bien como el anterior, se que si me esfuerzo, podre lograrlo.
La segunda faceta que ha caracterizado a este año ha sido el maravilloso viaje que emprendí el verano pasado por tierras niponas. Digamos que fue un paso mas hacía adelante. Un pequeño pasito que me acerco de alguna manera a aquel maravilloso país. Vi cosas que nunca había visto y aprendí cosas que sin duda me servirán en un futuro. Por otro lado, afiance y emprendí nuevas amistades que han enriquecido enormemente mi espíritu y mi alma. Espero que este año, de alguna manera, mi camino también vuelva a llevarme a Japón. Aunque no se de que forma lo hará. Este año la incertidumbre es mas fuerte, pero si acabó con mis estudios, estaré completamente libre para abandonar España finalmente. Seré libre para buscar un camino hacía mi sueño. Un poquito mas cerca, un poquito mas.
Por último, en el terreno sentimental, un gran avance. Por fin he alcanzado una estabilidad duradera conmigo mismo y con los que me rodean. Un equilibrio endeble, pero equilibrio al fin y al cabo. Además he conocido a una persona muy importante para mí, que después de tiempos de dudas, soledad y tristeza ha hecho que alguien tan reservado y pesimista como yo volviera a sonreír por fin. Es difícil, y el camino esta lleno de obstáculos, obstáculos que ahora mismo a causa de la distancia que nos separa, estamos sufriendo. Pero de algún modo se, que merece la pena todo el sacrificio, todo los dolores y los pesares que pasaré estos meses en que estemos separados. Se que la recompensa bien lo merece y creo que por fin, de alguna forma, he encontrado el camino correcto. En este aspecto, el año que dejamos ha sido un éxito rotundo.
El año del Conejo de Fuego, mi año, esta quedando atrás. Las llamas del fuego dan paso a la brutalidad y la fiereza del Dragón de Agua. Monstruosa criatura que llenara de bendiciones e ilusiones el año que tenemos por delante, sobre todo para los afortunados nacidos en el 88. A todos ellos, felicidades. Y a los demás, esperemos que la fiereza del dragón, que la fiereza del fluir del agua que son los acontecimientos y los retos que debemos afrontar este año, no se nos lleven por delante. Nos toca remontar la corriente. Pero esa, esa es otra historia. ¡Feliz Año!