lunes, 30 de julio de 2012

El duro trabajo

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí una entrada. El caso es que muchos de vosotros, lógicamente pensaría que me ido de vacaciones, nada mas alejado de la realidad. Este caluroso verano de 2012 lo voy a pasar por primera vez después de 3 años en las tórridas tierras zaragozanas. Famosas por su calor, su sol imponente y porque no hay nada que hacer. El caso es que este pasado mes de Julio, hasta el pasado viernes, lo he pasado en el Acuario de esta bonita ciudad española.

Y es que aunque he terminado con un contundente éxito todos los exámenes de este periodo y he aprobado todo en Julio, con lo que no tengo que estudiar para este Septiembre, me tocaba para terminar la carrera un último trago, un último cometido. Y es que me faltaba un mes de practicas en una empresa para poder dar por cumplida al fin tan larga carrera, que ahora parece sencilla, pero que ha cotado un montón de sacrificios, tal y como describí en la pasada entrada.

El caso es que el 3 de Julio emprendí el camino muy de mañana hacía mi trabajo. Tenía que estar allí de 8 a 16 todos los días entre semana. Lo cual suponía ya de entrada un brusco cambio de horarios y de costumbres en el transcurrir diario de mi vida. La primera semana fue totalmente mortal. Ya para empezar, el primer día, nos toco despedazar una Arapaima, que para los que no lo conozcáis es un pez monstruoso de unos 3 metros de longitud. Así que empezamos el primer día llenos de sangre y escamas, apestando a pescado. Y es que al pececito tuvimos que cortarlo en 4 trozos para que cupiera en el refrigerador y encima tuvimos que cortarlo con una sierra eléctrica, debido a lo duro de sus escamas.

El primer día transcurrió por un estilo y terminó con un accidente en las válvulas del circuito que produjo micro burbujas y una alta mortalidad entre nuestros peces. Con lo cual, nos pegamos 1 hora recogiendo cadáveres y metiéndolos en bolsas de basura. Que mejor forma de empezar y de acabar el primer día, con el cansancio y el terror en nuestros cuerpos y en nuestros corazones. Pero no todos los días iban a ser así.
Pese a todo, la primera semana fue dura, con las mañanas de duro trabajo, al que no estaba acostumbrado, y unas tardes de dormir y descansar para intentar recuperarse para el día siguiente.

Pero, como todo en esta vida, la clave es acostumbrarse. Y así, poco a poco, nos fuimos haciendo al horario del acuario, conociendo a sus trabajadores y no pasando tan malos ratos como a priori creíamos. Así hice buenos e inolvidables amigos, hubo risas y buenos momentos mezclados con el duro trabajo, además de la experiencia no solo en el mundo laboral, sino en el educacional que obtuvimos de dichas practicas. Y así, día a día y sin que me diera cuenta, llegó el último día y con él la libertad de las vacaciones. Antes esa última semana sufrí varios accidentes. Primero me clave un hierro en la espinilla, luego me mordió un reptil y por ello me pusieron la anti tétanica con lo que acabé con el brazo dolorido e inflamado. Un cuadro.

Pero ya se ha terminado, un último paso para terminar, al fin, esta larga e interminable carrera. Ahora habré de esperar hasta Septiembre, para poder entregar el trabajo de las prácticas y dar por finiquitada al fin esta etapa de mi vida...Dura, larga e inolvidable. Y el siguiente paso...esa es otra historia.

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