Hoy es uno de esos días, uno de esos malditos días, uno de aquellos días en los que uno deseare simplemente dejarse caer sobre la cama y cerrar los ojos. Uno de esos días que trascurren lentos y perezosos y en los que las trabas del destino te saltan una tras otra en el camino no dejándote reaccionar, no dejándote pensar las cosas dos veces, porque hay tantas cosas que pensar, hay tantas cosas por hacer y tan pocas ganas de hacerlas.
Uno esta tan cansado, que simplemente se dejaría llevar. Para que esforzarse, si solo va a venirte mas trabajo. Hoy es uno de esos días en los que el sueño, el cansancio y el trabajo se te agolpan en la cabeza e intentan tirar de tu cerebro en una dirección opuesta. Hoy es uno de esos días en los que preferirías no haber hecho nada desde un principio. En los que desearías no tener un sueño que te cueste tanto conseguir, es uno de esos días en los que te planteas si seguir para adelante o sentarte y ver pasar la vida ante tus ojos tan cómodamente. Hoy es uno de esos días en los que dejarías vencer. Sin mas.
Pero no lo haces, no puedes rendirte, no aun. Después de todo el trabajo que llevas detrás, simplemente no puedes dejarlo ahora, tan cerca del final, por que para bien o para mal, estamos al final del viaje. Como ya dije y redije este año sera crucial para mi futuro, en lo académico, en lo personal y en lo laboral. Este año sera tan importante...y es tan difícil que salgan las cosas bien. Si veo un rallo de esperanza, un atisbo de ilusión, no puedo dejar de mirar atrás y ver todos los fracasos, que como cadáveres apilados en el hall de mi mansión, me recuerdan con su hedor a pobredumbre que de momento el destino me lleva varias victorias por goleadas.
Bajas la cabeza entonces y empujado por el cansancio te niegas a mirar al futuro cercano, por temor a que sea un nuevo cadáver lo que te espere tras la puerta de la cocina. Así que permitirme que hoy baje la cabeza y siga para adelante, por la principal razón de que es mas fácil que ir hacía atrás y porque haga lo que haga el cadáver de la cocina no va a apilarse solo. Cuando recoja mi cocina echa unos zorros, haremos balance de nuevo, pero esa, esa sera otra historia.
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